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Actitud y Pensar: El no hacer es una forma de hacer
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Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: ☼TäRA☼  (Mensaje original) Enviado: 15/05/2010 07:05
El no hacer es una forma de hacer.

El hacer y el no hacer es la cara y cruz de una misma moneda.

La vida es como un péndulo que no deja de moverse de adelante hacia atrás.

La muerte es la cesación de todo movimiento sin dejar de moverse.

El principio de la sabiduría es saber que no sabemos nada y lo que creemos saber es lo que otros dicen conocer.

La diferencia que existe entre el sabio y el inteligente, es que el sabio sabe lo que dice y el inteligente dice lo que sabe.

El que cree que sabe le cierra las puertas al aprender.

El que cree que sabiendo enseña, ni enseña ni aprende.

El que habla supuestamente enseña y el que realmente aprende es el que sabe escuchar.

El que cree que sabe aún le queda mucho por desaprender.

El que cree que ya llegó aún no ha salido.

El que va por la vida de maestro será siempre un mal discípulo y el que va de discípulo será siempre un esclavo.

El que ve en la dualidad lo falso, descubrirá lo verdadero y el que cree conocer lo verdadero, jamás descubrirá lo falso.

El que tiene respuestas necesita preguntas y el que tiene preguntas, no necesita respuestas.

El que sabe que no sabe vivirá en un continuo aprender y el que cree saber es el que necesita del aprender.

El que sabe que no sabe, sabe que no se puede enseñar lo que no se sabe y en el no saber es donde comienza el aprender.

Las puertas del aprender, las cerramos cuando creemos que ya sabemos y solo se volverán abrir cuando nos demos cuenta que no sabemos.

Para vivir lo desconocido, ha de morir lo conocido...

La vida y la muerte son dos caras de una misma moneda...

El sentido de la vida es saber quien pregunta por el sentido de la vida. El que pregunta y el que responde, el que piensa y lo pensado, el que experimenta y lo experimentado, el observador y lo observado, pareciendo diferentes son lo mismo...

Somos productos del pasado, que se encuentran en el aquí y ahora proyectando el futuro...

El tiempo es un movimiento en un continuo aquí y ahora.

La muerte llega como ladrón en la noche y no distingue entre maestros y discípulos, ricos o pobres.

La muerte no nos pertenece, es de todos y nadie la quiere.

La muerte no tiene un lugar, está en todas partes y jamás la encontrarás.

La vida y la muerte son dos caras de una misma moneda.

La vida tiene amos y esclavos, pero tan solo le pertenece a quien la vive.

Somos nacidos moribundos desde el primer aliento de vida.

La vida y la muerte se complementan, la una no puede ser sin la otra.

El aquí y ahora son los pilares donde se sustentan el ayer y el mañana.

Mientras que el equilibrio fluctúe entre el ayer y el mañana, nunca viviremos total y completamente el aquí y ahora.

El tao que se puede decir no es el tao, el camino que se puede nombrar no es el camino, la meditación que se puede practicar no es meditación.

Cuando amo y esclavo sean uno, cuando maestro y discípulo rompan la dualidad germinará la libertad.

Cuando busquemos respuestas acertadas y no las encontremos esa será la respuesta correcta.

El que sabe mantenerse en el centro hallara el equilibrio.

Lo que nos diferencia de los animales es la capacidad de razonar las cosas de una forma lógica, cuerda, sensata, equilibrada.

Equilibrado, sensato es el que sabe mantenerse en el centro.

El equilibrio nace de la cordura, la sensatez, lo razonable (el desequilibrado es aquel que no sabe mantenerse en el centro). El desequilibrio surge de no saber centrarse, equilibrarse entre los diferentes condicionamientos, ideas o creencias que hacen que inclinemos la balanza hacia un lado o hacia el otro, hacia la creencia o no creencia, el teismo o el ateismo, pero tan insensato, tan desequilibrado es creer como no creer.

Cuando buscamos el equilibrio, la paz interior es por que nos damos cuenta de nuestro desorden y desde ese desorden buscamos una fórmula, un método, un sistema, que nos llene de paz, orden, equilibrio interior, etc. en nuestras vidas.

Cuando uno busca algo es por que se carece de ese algo que deseamos (ya sea el equilibrio interior, la paz, la armonía la felicidad, etc.) y ese mismo deseo nos crea mas división y por lo tanto mas conflictos alejándonos cada vez mas de aquello que deseamos y no tenemos.

Hemos desvirtuado la palabra creer haciendo de esta una afirmación que la aleja de la realidad.

¿Podríamos vivir sin afirmar, rechazar, ni admitir ni desmentir?

La justicia nace de lo imparcial, de lo ecuánime, equitativo, justo, surge el equilibrio que se mantiene en el centro de todas las cosas permitiendo el pensar de una forma razonable, cuerda, sensata.

No ser ni Palestino ni Judío, ni Católico ni Protestante, ni Ruso ni Americano, ni esto ni aquello nos permite mantenernos en el centro desde el cual podemos ver las múltiples divisiones y lo perjudicial que estas pueden llegar a ser.

¿Por qué hacer de nuestra leve estancia un infierno? ¿por qué no hacer un paraíso aquí y dejar de soñar en el de allí?.

Si estamos en desorden, todo es desorden, y desde ese desorden nunca encontraremos el orden.

Cuando uno tiene o cree tener las ideas claras no se preocupa por el sentido de la vida. Un fanático religioso no se preocupa por el sentido de la vida, tan solo le preocupa el servir a su dios, ese es su objetivo, su cometido en esta vida, su meta.

Cuando la mente está inquieta, intranquila nerviosa, desordenada trata de llevar el orden a ese desorden (Ya sea a través de técnicas de meditación, visualización, relajación, autocontrol etc.) que ella misma esta causando ¿Pero que puede hacer la mente para detener su propio movimiento, su desorden?: NADA

Al igual que el mar no puede hacer NADA para evitar el oleaje, la mente tampoco puede hacer NADA para evitar su movimiento por lo cual NADA hay que hacer, NADA se puede hacer para evitar ese movimiento, ese desorden.

Cuando uno se da cuenta de que no se puede hacer NADA todo comienza a cambiar, ya no hay un deseo de ser o llegar a ser, ya no se derrocha ni un ápice de energía en controlar, amaestrar, dominar a la mente, uno se da cuenta de que es el controlador y lo controlado, dominador y dominado, amo y esclavo.

El deseo de querer liberarnos del deseo genera un nuevo deseo.

Meditar no es sentarse de una forma determinada, ni respirar esperando alcanzar un resultado, esto sería premeditar. Y premeditar es pensar reflexivamente una cosa antes de ejecutarla. En la premeditación hay una intención un deseo un propósito un objetivo una meta una preparación, un planear, un programar.

Ser consciente simplemente es eso... ser consciente... no hay nada que lograr, que pretender, que hacer, como hacer, ni a donde ir con la consciencia...uno simplemente es consciente.

Descubrir por uno mismo es la única formula, método sistema, camino para despertar, revelarse a usted mismo como el observador, el testigo, la consciencia observadora que atestigua en el estado de total atención, y no se pregunte, no pregunte ¿cómo?.

Cuando uno ve, percibe, se da cuenta de que uno mismo es el que se esta golpeando, ese mismo darse cuenta, actuara como liberador, uno simplemente deja de golpearse contra la roca.

Uno mismo es el actor y la acción, el productor y lo producido, el experimentador y la experiencia.

La confusión, el orden o el desorden comienzan y terminan en uno mismo; y uno mismo es el que tiene que ver ese desorden para poder liberarse de él.

Ciego es el que no ve y sordo el que no oye, pero el que no quiere ni ver ni oír, con el autoengaño ha de seguir.


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