“Nadie alcanza una meta en un solo intento,
ni la perfección en una sola rectificación,
ni alcanza altura en un solo vuelo.
Nadie camina la vida sin haber
pisado en falso muchas veces.
Nadie recoge la cosecha
sin probar muchos sabores,
enterrar muchas semillas
y arar y abonar mucha tierra.
Nadie llega a la otra orilla sin haber
hecho muchos puentes.
Nadie deja el alma lustrosa
sin el pulimento diario de la vida.
Nadie consigue su ideal
sin haber pensado muchas veces
que perseguía lo imposible.
Nadie reconoce la oportunidad
hasta que ésta pasa por su lado y la deja ir.
Nadie encuentra el pozo del agua
hasta caminar por muchos días en la sed del desierto.
Pero nadie deja de llegar
cuando se tiene la claridad de una meta,
cuando se tiene voluntad
y se tiene la certeza de la abundancia de la vida.
¡Confía en ti,
sonríe
y sigue adelante!”.