Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

fuente-de-vida
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 ░-Reglamento-░ 
 ♥***♥La Biblia♥***♥ 
 ▄..▄*GENERAL*▄..▄ 
 ♣○♦○♣○♦○♣○♦○♣○♦○♣ 
 ♥**•Ilustraciones-Cristianas•**♥ 
 Reflex.Marta-Vargas 
 Reflex.Lhamya 
 Reflex.Pastor-Batista 
 Reflex.Connie 
 Reflex-Marthita-T.F. 
 Reflex.Silvy7777 
 Reflex.Gelycaz 
 Reflex Josè Luis H.Cuèllar 
 ♣○♦○♣○♦○♣○♦○♣○♦○♣ 
 [♥]Poemas Connie[♥] 
 ♣○♦○♣○♦○♣○♦○♣○♦○♣ 
 Reflexiones, Salmos, vivencias, por JL.7 
 ♣○♦○♣○♦○♣○♦○♣○♦○♣ 
 ♥Testimonios Paulo Barbosa y otros♥ 
 ♣○♦○♣○♦○♣○♦○♣○♦○♣ 
 Musica-Cristiana 
 ♫LETRA DE ALABANZAS♪ 
 Versiculos P.Biblicos 
 ♣○♦○♣○♦○♣○♦○♣○♦○♣ 
 •♦*IMAGENES*♦• 
 ♣○♦○♣○♦○♣○♦○♣○♦○♣ 
 ♠•*•La Buena Salud•*•♠ 
 ♣○♦○♣○♦○♣○♦○♣○♦○♣ 
 Fondos-Sara 
 Fondos-Connie 
 Fondos-Marta 
 Fondos-Lhamya 
 ♣○♦○♣○♦○♣○♦○♣○♦○♣ 
 ARCHIVOS-FIRMAS 
 Tutos-Texturas-Barras 
 ♥FELIZ CUMPLEAÑOS♥ 
 
 
  Herramientas
 
UNA HISTORIA VERDADERA HNO J.l.H.: UNA HISTORIA VERDADERA. Parte 16
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: marta-vargas  (Mensaje original) Enviado: 19/10/2018 12:52





Parte 16
Como les dije, mi relación con mis colegas en la construcción era excelente, pero de todos ellos había un cristiano que tocaba muy bien la guitarra y ahí fue que me interesó aprender a tocarla para acompañar esa voz privilegiada que Dios me había dado, digo que allí me interesé, porque mi padre, a pesar de sus esfuerzos porque aprendiéramos de él a tocarla de acuerdo a lo que él sabía, nunca logró que lo hiciéramos, así que este amigo, con toda la paciencia del mundo me enseñó lo elemental para que yo mismo me acompañara musicalmente en mis canciones. 
Al terminar la construcción del hospital en ese lugar, mi tío me pasó a dejar en otra construcción que tenía a su cargo en Tlalnepantla, Edo, de México, y él se fue para Tierra Blanca, Ver. a supervisar otras construcciones que tenía a su cargo. En Tlalnepantla duré solamente unos meses como chalán de albañil, y eso, aunado a ciertos problemas con el maestro de obras por la falta de pago de mis honorarios y otras causas, fue lo que me decidió, aunque fuera de aventones a regresar con mis padres a los que ya extrañaba enormemente, para esto, ya habían transcurrido tres años desde que iniciamos Pancho, Manuel y yo, la aventura detrás de un sueño que no se cumplió, pero que a pesar de todos los sufrimientos que pasamos y que hicimos padecer a nuestros padres, fue una experiencia en la que obtuvimos ciertos conocimientos que no hubiéramos adquirido de otra manera. 
Cuando llegué a mi casa con mi familia, fue cuando me di cuenta cabal del sufrimiento que les causé a mis padres, incluyendo a mis abuelitas, ya que supe después por labios de mi padre y de mis hermanos, los días de vela y angustia que tanto mi madre como mi padre pasaron sin saber nada de mí, hasta que después de recibir mi primera carta se consolaron un poco, pero en sus corazones esperaban el regreso del hijo que sin consideraciones se había ido, lo cual finalmente gracias a Dios y a las oraciones de mis padres, ocurrió. 
En cuanto llegué a Xalapa y después de estar con mis padres y de pedirles perdón llorando por todo lo que los hice sufrir, salí a mi barrio para ver con quien me topaba, y la verdad que mi barrio estaba muy cambiado al igual que la gente, la veía diferente, igual que ellos me miraban a mi sin reconocerme del todo, pues verdaderamente estaba muy cambiado con respecto a ese muchachito de 14 años, flaco ojeroso y sin ambiciones de tres años atrás, en contraste con el mancebo hermoso de 17 años, melena larga, patilla ancha, de pantalón de mezclilla pegado completamente a mis hermosas y musculosas piernas, así como una chamarra del mismo material con tremenda calavera dibujada con estoperoles en la parte de atrás, y para acabarla de amolar, con un vozarrón de antología, no, no, no, era lo que se llama un bellísimo ejemplar de la raza humana, un auténtico muñeco con el cual cualquier niña hubiera querido jugar; pero en eso que estaba soñando despierto, una voz femenina me dice: ¡José Luis eres tú! y al voltear a ver quién me hacía esa pregunta vi que era Doña Conchita, esposa de Don Demetrio, una señora muy querida de todo el barrio por ese don de gentes y siempre con la sonrisa a flor de labios, quien prosiguió diciendo; pero muchacho mira cómo has crecido y que guapo te pusiste, ya nada más te falta un buen baño y un corte de pelo y vestirte como la gente decente, y listo, a integrarte nuevamente al barrio, ¡uf!







Primer  Anterior  Sin respuesta  Siguiente   Último  

 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados