En el laberinto de mi estructura,
tus besos a ciegas recorren mi cuerpo,
palmo a palmo mis caricias responden
y mis labios se ahogan en el borde de tu boca..
En una masa de pasión,
nuestros cuerpos quedaron
impregnados de:
tus besos,
mis caricias,
tu aliento,
y mis deseos.
¡Ay, cielo!
¡Cuánto te quiero!
Vuelan al cielo nuestras miradas
y una constelación de estrellas
iluminan nuestra noche soñada...