|
|
| De: Shounen Kait (Mensagem original) |
Enviado: 09/08/2011 03:41 |
|
|
Caminó con sus zapatos caros por los ladrillos apilados a unos centímetros de suelo, que dividían
el borde entre la carretera y un barranco. La noche era tranquila y fresca en JousanChiku, y el rubio
desarreglaba un poco su corbata antes de sostenerse de un farol negro que marcaba el final del
camino de ladrillos y bajaba sus pies al suelo elegantemente para observar cara a cara a quien
había estado siguiendo durante horas - Oh! … - exclamó con una sonrisa - …el gran Serpentmeister
desciende de las alturas para mezclarte con los demonios… - fingió sacarse un sombrero invisible
de la cabeza y hacer una sutil reverencia con él, agachando también la cabeza para volver a
mirarlo con sus claros, y sonreír un poco más - mi Remiel.. -.
|
|
|
|
|
|
Sintió su mano en la piel de su pecho, su camisa estaba semiabierta por lo que la mano de Remiel tocó finalmente su piel... entreabrió sus labios observándolo fijamente. Enamorado de esa sensación de calidez, de sentir a Remiel como una persona, un humano. Ah... tan cálido. Tan vivo. 'Aunque me hables de tí, seré una víctima al final. Como una muñeca, te aburrirás de ir tras de mi... Nunca me dejas confiar en ti, siempre voy a huir, Yeremi, siempre, tal cual tú huyes...' susurró sobre la boca del ojiazul y el cuerpo del mismo estaba totalmente sometido a su boca, rendido, entrecerrando sus ojos, perdido, casi hipnotizado en los carmesí. Levantó el brazo, para tocar la mano ajena que se unía a su pecho, presionándola un poco, queriendo que se mantenga allí donde si bien no había latidos, si había un corazón 'Aunque me hables de tí, seré una víctima al final. Como una muñeca, te aburrirás de ir tras de mi... Nunca me dejas confiar en ti, siempre voy a huir, Yeremi, siempre, tal cual tú huyes...' continuo 'Qué podría indicarme que soy diferente de todos ellos? De todos los que quisieron que cambiaras? De los qué querían un poco de esa extraña felicidad... para tí?' sonrió un poco, evidentemente ambos sabían que no había nada que pudiese demostrar aquello, a no ser que se entregara a él dispuesto a averiguarlo. Sin embargo pudo sentir la boca del rubio, por lo que sus ojos fijos en los labios ajenos, entreabriendo los propios. Porque lo hacía sufrir? cuando lo tendría bajo su cuerpo, arañándole la espalda?. Otra vez se alejó, ya lo sabía, sabía que se alejaría, se lo esperaba. Pero aquel tacto ligero entre sus labios y esa mano en su pecho le habían dejado pasmado, mirándolo alejarse 'Es extraño... es extraño que quiera cambiar a alguien que no sea yo, sabes?... Es extraño... que deje de pensar en mi por una vez...' acaricio el mismo su propio pecho, como si quisiera resguardar de algún modo ese calor. Se puso de pie - ...eso es bueno, siempre suelen decirme que deje de pensar solo en mi - murmuró, había notado su preocupación y supuso que hablar demasiado solo lo alejaría de é, por lo que se propuso hacer un mal chistel. Sonrió un poco - ...no crees que es suficiente por hoy? qué tal si no vamos a la cama? yo.. te acompañaré y te demostraré que eres único para mi - sonrió un poco, por supuesto que se refería a que no lo tocaría y lo dejaría dormir. Aunque no le importaba que le interpretara de la otra forma... - tengo ganas de escuchar sobre ti.. Remiel - sus ojos le miraron intensos, su boca sonriente. |
|
|
|
|
'Eso es bueno, siempre suelen decirme que deje de pensar solo en mi' Cuando Yeremi se puso de pie, volvió lentamente a sentarse en la silla, abrazando sus rodillas, riendo ligeramente, casi en silencio al escuchar sus palabras, casi completamente dormido. No te duermas!, gritó una vocecilla en su cabeza, sobresaltandose ligeramente, abriendo sus ojos para verlo, mentón en la rodilla. 'No crees que es suficiente por hoy? qué tal si no vamos a la cama? yo.. te acompañaré y te demostraré que eres único para mi. Tengo ganas de escuchar sobre ti.. Remiel' Frunció ligeramente el ceño, las mejillas tornandose rosadas, cerrando los ojos. 'Como sea...', murmuró, alzando su brazo para sujetar de la camisa a Yeremi, demasiado cansado despues del entrenamiento y el relajo que le provocó el vino como para ir a cualquier sitio. Ahora le tocaba a si mismo hablar, eh? Bueno, le parecía justo, pero si tan solo pudiera dormir un poco... Eso estaría bien. Con lentitud se encaramó sobre su espalda, hundiendo la cabeza en su hombro, encantado de su aroma. 'No digas nada o te golpeo', amenazó en un débil gruñido al demonio, resignandose casi por completo al sueño. No le indicaría donde estaba su habitación, despues de todo, habían muchas habitaciones, todas vacias, y cualquiera sería suficiente para él, por ahora, para descansar un rato.
|
|
|
|
|
Somnoliento, se sentó en la silla. Definitivamente era demasiado por hoy. "Como sea..." esa era la respuesta que necesitaba para adentrarse más en él. Esa respuesta sin importancia, le había dado el -quizás- a algo que debería de haber negado rotundamente. Se acercó a él y fue tomado de la camisa... el rubio sonrió expectante a lo que diría "No digas nada o te golpeo". Definitivamente un negado. Sonrió con regocijo, sintiéndolo cómodamente en su espalda y levantándolo como si se tratase de una pluma... caminó unos pasos, hasta cualquier parte, buscando una cama. Cuando encontró una habitación de puertas abiertas, oscura y con justamente una cama desocupada, fue entonces que se adentro en ella. Cerrando la puerta detrás de si... Llegó al pie de la cama y en vez de dejar caer a Remiel, lo puso de pie en el suelo para sostenerlo y levantarlo como a una princesa, depositándolo así, con suavidad, en la cama. Sonrió al ver su rostro de muñeca dormido, sus ojos cerrados, sus pestañas largas... la sombra de sus ojos casi podía jurar que estaba pintado. Posó su mano en el pecho de Remiel, acariciándolo por encima de su ropa... deslizándose hasta llegar a su cintura, pero frenando en sus caderas. Le observaba con esa sonrisa que el Serpentmeister no podía divisar. Sus ojos parecían brillar intensamente en la tenue oscuridad, apenas una línea de luz entraba por la ventana cerrada y aquello ayudaba a que pudieran notarse las siluetas de las dos personas allí. Se puso de pie, caminando al otro extremo de la cama, tomando el cinturón de su propio pantalón y desprendiéndoselo con una sonrisa, dejándolo a un lado después para subir a la cama, aún con ropa... acostándose con los ojos fijos en el rubio menor, cual si fuera un tigre al acecho - ..Buenas noches... Remiel… - murmuró en el oído que más cercano tenía a su boca, pues su nariz se acariciaba en los cabellos ajenos. No dormiría, no lo necesitaba. En vez de ello prefería sin duda alguna observarlo. No habría otra oportunidad como esta de mirarlo, de estar tan cerca de él y la vez tan lejos... su sonrisa no se iría esa noche.
-----
asjkansjkanskjaskajnsa amé a Remiel |
|
|
|
|
No te duermas, no te duermas, no te duermas... Ah, pero era imposible, estando tan comodo en su espalda, abriendo ligeramente los ojos cuando lo dejó de pie al borde de la cama, apenas alzando la vista sin saber qué haría despues, no haciendo nada para evitarlo. No te duermas, NO te duermas... Se sintió caer con suavidad en la cama, acurrucando su cabeza en ella, sintiendo la frescura de una almohada helada, las sabanas de seda, suaves. Un escalofrío recorrió su piel, sería el frío de las sabanas? No no, era algo más... Yeremi, no te duermas, Remiel, no! Buenas noches... Remiel… Al contrario de huir de su voz, se aproximó más donde esta estaba, relajandose con la ligera caricia en su cabello, su mano sujetando la camisa ajena antes de suspirar y rendirse, al fin, al profundo sueño. Me importa un carajo no dormir, respondió a su mente.
Pero que peligro, por Gaia, nunca antes se le vería más estúpido que ahora y...
Siempre despertaba a la misma hora, a las cinco y treinta de la madrugada, fuese la hora que fuese en que se acostara a dormir. El rostro se le compungió ligeramente, como cada mañana al despertar, pues siempre sentía algo de molesta pereza, aunque el sueño lo abandonaba casi por completo, no quedandole más remedio que abrir los ojos, aunque no quisiera, lentamente, como quien no quiere despertar. Oh, sorpresa... Había alguien a su lado, eso era nuevo.
Alguien? Se sobresaltó, dejando de mirar sus manos aferradas a la camisa (la que soltó, algo asustado), para ver el rostro: quién más podía ser? Era Yeremi. Ah, al menos iba vestido, y eso le tranquilizaba, apenas recordaba, con verguenza, haberse subido a su espalda y luego no recuerda más. Lo quedó mirando, fijamente, notando sus parpados cubriendo los ojos celestes, la boca una linea calmada, el cabello ordenado. Estaría dormido o sólo tendría los ojos cerrados? O quizás estaban abiertos, quien sabe, aún había muy poca luz, tenues rayos junto con el canto de los pajarillos como para ver más. Con duda acercó uno de sus dedos para rozar la mejilla ajena, con cuidado, como si fuera a asustarle por sorpresa... Pero no pasó nada, Yeremi al parecer dormía, de verdad dormía. Y si... Pasaría algo si...?... Chistó ligeramente para si mismo, su dedo volviendo a la mejilla, subiendo y bajando por ella, delicadamente, los ojos fijos en los parpados ajenos... Y si..., pasaría algo si yo...? Si, pasaría algo... Y sin pensarlo más acercó con lentitud sus labios a los del demonio, rozandolos apenas, sin dejar de rodar sus dedos por la suave piel y Gaiatejuroquenoharénadaasídestupidootravezenmivida, rozando luego la comisura hasta terminar en la mejilla, dispuesto a alejarse rapidamente, no quería que despertara y lo viera hacer tal cosa, no no no, que verguenza, se reiría con esa sonrisa estupida y...
y yo amé a Yeremi, es tan lindo que hace que me derritaaaa ;___; ♥!
|
|
|
|
|
Te atrapare mientras caes
te dire que estoy aqui, que todo terminara
te dire que esta realidad me vuelve loco
te dire que puedo detener el dolor si lo deseo..
Su cuerpo rendido en la cama, estirado y pesado sobre las sabanas. Su cabello ordenado levemente cayendo en su rostro. Sus ojos cerrados, su piel blanca y sus labios finos en una mueca neutral. Seguramente le resultaba extraño verlo sin expresiones algunas, siendo que el rubio resultaba exageradamente desesperante con las mismas mientras estaba despierto. El menor rozó con la yema de sus dedos la piel nívea del demonio, el cual si quiera pareció inmutarse. Le acarició. Quizás por ello el demonio no se inmutaba, quizás por quería más caricias, más calidez. La mano de Remiel era realmente ardiente, sutil, suave... delicada como la de una mujer. Unas hermosas manos sin duda alguna. Los labios finos no se movieron si quiera un centímetro al tacto de Remiel. A su boca a boca, tan suave y cuidadoso. Sus manos y su boca, combinación peligrosa sin duda. / Sus manos, firmes se apoyaron en la cama para elevar su tórax lentamente y así, mantenerse aún en la boca de Remiel, pero casi subiendo sobre él. Su lengua cuidadosa de no ensuciarlo se deslizo por la comisura de los labios del menor haciendo que éste abriera su boca para dejarlo pasar. Su boca caliente encerraba los labios de Remiel y su lengua acariciaba su interior hábilmente y con lentitud hundiéndose con él en un beso pasional. Sus manos a hora estaban a los lados de la cabeza de Remiel, su cuerpo elevado no lo tocaba... y sus ojos aún seguían cerrados. Sin duda había estado despierto todo este tiempo, y esa era su respuesta ante el beso.
----
akjshakjshkajshjkahsjansnajs
-poker face- por las dudas que no lo hayas entendido, Yeremi está sobre él kajshajkshjaksh |
|
|
|
|
Pudo sentir como el cuerpo de Yeremi se elevaba sobre el suyo, sin querer abrir los ojos, sintiendo como Yeremi se abria paso entre sus labios, atrapandolos, respondiendole con la misma lentitud, su brazo libre rodeandole el cuello, su otra mano aún acariciando su mejilla, su mandibula, lentamente, delicado, suave, sutil, con calma, como era Remiel. Ah, no podía decir que no había deseado ese momento, que no había querido besarlo desde el primer instante, que no lo había extrañado, porque estaría mintiendo... Pero yo también sé mentir, Yeremi, yo también sé. El demonio había estado despierto desde un comienzo, y lo sabía, sabía, sabía, sabía que tras esos ojos cerrados no había ningun sueño, ninguno... Pero quería, quería esto, sus labios acariciando suavemente los del mayor, separandose ligeramente, sin abrir sus ojos, sin soltarle, dejando escapar un sollozo ahogado, un suspiro muerto, una extraña mezcla de felicidad miedo angustia tristeza felicidad miedo... No abriría sus ojos, no quería verle, no quería verlo viendolo así, tan débil (más que otras veces). No quería decirle todo lo que quería decirle porque tenía mucho orgullo de por medio, y en un impulso de rabia por ser tan orgulloso, sus dedos se enredaron en su cabello bruscamente, apretando, apretando el suave y fino cabello, acomodandolo ligeramente para besarlo suavemente, una vez más... Quería huir de ahí, queria quedarse ahí, quería empujarlo, quería besarlo otra vez... Quien sabe qué diablos quería. Entreabrió ligeramente sus ojos, separandose con lentitud, mirando a otra parte, sin soltarlo. De seguro estaba rojo, porque las mejillas le ardían, y cómo no, quería morirse de verguenza; no tenía donde esconderse, por lo que simplemente hundió tanto como pudo su cabeza en su hombro propio, el cabello cubriendole los ojos. 'No me mires...', gruñió bajito.
*A* heheee!! eso nadie se lo esperaba, no? xd *A* ASKJSAKAHSK
|
|
|
|
|
Yo no me lo esperaba! : D Sigan! sigan! que yo leo y sigo con entusiasmo! xD Lo siento por meterme pero queria que supieran que me encanta esta pareja! x//X |
|
|
|
|
Frunció levemente el ceño, encantado de sus respuestas en el beso. Acomodaba su cabeza para besarlo mejor, hundiéndose cada vez más y más en ese calor agobiante que existía en su interior. El hecho de que aún lo acariciara y de que lo mantuviera sin poder salir le volvía loco. Prácticamente le estaba haciendo el amor con la boca... y así fue hasta que se detuvo y se separó ligeramente de sus labios. Los ojos azules se abrieron para mirarlo, los ojos carmesí permanecían ocultos bajo sus parpados y no dejó que los viese aún pues se sostuvo de sus cabellos, haciendo sonreír a Yeremi, para volver a su boca una vez más. Volviendo a repetir el mismo método, lamiendo la comisura de sus labios para adentrarse a su boca ahora un poco más húmeda debido al beso anterior. Pero esta vez, sin cuidados de no ensuciarlo.... absorbiendo sus labios con cautela. Hasta que volvió a alejarse de él. Cuando el rubio abrió nuevamente sus ojos se encontró con los del menor, pero éstos no le miraban en absoluto y sus manos aún le tocaban, le mantenían en esa posición. La piel blanca de Remiel se teñía suavemente de un rosado intenso y aquello hacia sonreír un poco más a Yeremi "No me mires..." gruñó como un niño. El demonio exhaló, maravillado de haber probado su boca... y se arrimó al cuello del rubio, que al encontrarse preocupado por si las miradas se dirigían a él o no había descuidado aquella parte tan sensible, no lo pensó mucho, se dejó llevar por el frenesí del beso y sacando su lengua.... lamió desde el comienzo de su cuello hasta el final. De abajo, hacia arriba solo una vez pero muy lentamente, dejándolo disfrutar.... deslizando ahora sus labios detrás del oído de Remiel - ....porque? - susurró - ...si te ves hermoso - su voz susurrante recorría cada célula en la piel ajena.
----
... -explota- |
|
|
|
|
El demonio se hundió de pronto en su cuello, escondiendo la cabeza en sus hombros por inercia, por mero instinto de proteger su cuello, pero Yeremi había conseguido suficiente espacio ya como para atacarlo en esa parte, sus dedos aferrandose con fuerza al cabello de Yeremi, un escalofrío recorriendole la espalda, hasta terminar con un suave suspiro, sutil, casi inaudible. Maldición, el demonio ahora sabía su punto débil, y quien sabe cuanto abuso haría de ello. 'porque? ...si te ves hermoso' Apretó sus labios en una linea tensa, intentando recuperarse del temblor de su cuerpo por culpa de su voz, moviendo la cabeza en dirección contraria a donde Yeremi estaba. 'Simplemente no me mires', volvió a decir con calma, los dientes castañeandole ligeramente a ratos, apretando con mas fuerza los labios, bajando sus brazos con cuidado y llevandolos a sus ojos y su boca, cubriendose el rostro, el sonrojo horrible que tenía. 'Yo... quería verte, Yeremi...', murmuró, enterrando la cara en la almohada. '... Hace tiempo... quería... verte otra vez...', dijo, aún más bajo, sus dedos aproximandose con cuidado a su mejilla otra vez, acariciandola con cuidado. 'Si no te hubiera extrañado de verdad, jamás podría haberte besado...', dijo, casi simplemente moviendo los labios, la voz apenas escuchandose, cubriendose aún más con los brazos, inmóvil, sintiendo que habia dicho algo que no debió, que de hecho no debí haber dicho...
*explota con él* xD
|
|
|
|
|
Había disfrutado de sus escalofríos, sintiéndolo temblar, observando fijamente las expresiones de su rostro, atento a sus suspiros... "Simplemente no me mires" pidió apartando sus manos y tapándose el rostro con ellas. Estaba completamente rojo. "Yo... quería verte, Yeremi..." murmuró, y el ojiazul le miró con atención, levantando una de sus manos para deslizarla por el cuello de Remiel, a un lado del cuello, detrás del oído, hasta alcanzar su nuca... acariciándola cuidadosamente y mirándolo atento "Hace tiempo... quería... verte otra vez" dijo; y el demonio sonrió enternecido - ...cuando hablas así eres realmente adorable - comentó en susurros, como si quisiera que solo lo oyera él, a pesar de encontrarse a solas. Dejó que lo acariciara, sin sacarle los ojos de encima "Si no te hubiera extrañado de verdad, jamás podría haberte besado...." suavizó su mirada, tomando con la mano que lo acariciaba el brazo ajeno, colocándolo justo arriba de su cabeza, sosteniendo su muñeca y haciendo lo mismo con su otro brazo. Inmovilizándolo y obligándolo a mirar sus ojos - ...yo también Remiel... mi Remiel... yo también te he extrañado todo, todo, todo este tiempo - susurraba con una sonrisa y una mirada suave sobre él, su voz era cariñosa y a la vez completamente sexual - ....también quería verte - se arrimó a su mentón, rozando sus labios en él, mirándolo sus ojos desde allí - ...bésame más - deslizo su boca acariciando la piel cerca de los labios ajenos.
-----
shit shit shit shits ya no se que más escribir en este espacio de aqui abajo
solo expreso mis emociones dell momento akjsajhsbashakjshkaskahsahsaskjahsjkas |
|
|
|
|
Se sobresaltó cuando Yeremi le descubrió el rostro, sin poder evitar la sorpresa, la verguenza misma que sentía de que lo viera así de rojo y luego de decir tantas cosas, luego de, de... 'Yo también Remiel... mi Remiel... yo también te he extrañado todo, todo, todo este tiempo' Había algo distinto en su mirada, algo que no había visto antes, y que no podía descifrar, algo que iba más allá de Yeremi, y eso lo sorprendió muchisimo más que las palabras mismas, la voz cariñosa con algo de deseo, mirandolo atentamente. '....también quería verte ...bésame más' No podía, no podía evitar los escalofríos por la espina dorsal, no podía evitar entreabrir los labios para recibir los suyos, simplemente no podía, y se extrañaba de no huir así del peligro, de confíar en el demonio, aunque sea en aquél momento, en él. Qué le aseguraba que era distinto, que no lo hundiría con él? Nada. Pero y si, y si si si... si dejaba de pensar, tan solo un poco, si confiaba en él, tan sólo un poco... Qué pasaría? Y se desconocía ante tales pensamientos, mientras subia los brazos para amarrar su cuello, inclinandose para volver a atrapar con cuidado los labios, besandole con lentitud, como si el tiempo afuera no corriera, como si no fuera a amanecer y ser consciente de la estupidez que estaba haciendo, dejandolo sentado frente a él, aproximandose a su cuerpo, sus dedos hundiendose en su cabello, separandose con cuidado y hundiendo la cabeza en su pecho, acurrucandose ahí, extrañamente inquieto, intentando escuchar el palpitar que no había, todo en silencio, como si la más minima palabra lo fuera a despertar...
yo tampoco pero si, escribamos las emociones del momento 1313 xd akljalsjda kjasashd wen hoviqweoijas (usted me entiende los akjslh, cierto, Kait :'D?) {pd. por si no se entiende, remi se inclinó, levantandose hasta quedar sentado, y por consecuente, yere tmb está sentado -lolwut- xd}
|
|
|
|
|
Una vez más dentro del beso. Hundido en su boca "ah... que deseos de comerlo, de devorarlo, de no dejar ni rastro alguno de Remiel...."
su boca era suave y completamente cálida, lo invitaba a sentir. Apenas se alejaba de su boca volvía casi desesperado por más... el menor
se zafó de su agarre al parecer y rodeo su cuello. Amarrándose y continuando con el uso de su lengua en el interior de su boca. Acariciando
su interior, absorbiendo la piel de sus labios. Tan lento y tan intenso a la vez. Sentándose en la cama, dejándose mover como si se tratara
de su marioneta. Cerró sus ojos al sentirlo enredarse entre sus cabellos y descansar en su pecho..... el rubio ya no sonreía, estaba
ocupado observando al menor, sintiéndolo. Al verlo tan interesado en su pecho, desprendió con sus manos los últimos botones de la
camisa blanca, sacándosela completamente para dejarla a un lado y sonreír un poco - ... - observando a ver que era lo que hacía
Remiel ante eso pero sin decir nada..acariciando el cabello rubio con calma.
---
disculpa que no lo acomode pasa que estoy haciendo 3 cosas a la vez : S |
|
|
|
|
Miró sorprendido a Yeremi, apenas alzando los ojos con timidez al verlo retirar la camisa de su cuerpo. Se alejó ligeramente, notando la sonrisa del demonio. Su rostro estaba tranquilo, tan calmo como siempre, aunque su cuerpo temblaba a ratos, el sonrojo disminuyendo ligeramente. Bajó la cabeza, cerrando los ojos, doblando las rodillas y abrazandolas, mientras alzaba las pupilas para mirarlo fijamente, disfrutando que jugara con su cabello... Suspiró pesadamente, simplemente mirandolo, sin atreverse a hacer nada, no quería que... Oh no, el pudor mismo, y el terror mismo, también. La peor parte? No tenía donde diablos esconderse... Desvió la vista y estiro ambos brazos al frente, poniendose de cuclillas ahora para acercarse con lentitud, sin mirarlo, y rodearlo con sus brazos, abrazarlo, sostenerlo, apoyandose en él con suavidad, cerrando sus ojos y descansando la cabeza en su hombro. Si solo le permitiera estar así un poco más, sólo un poco, él... No quería dejarlo ir, pero moría por escapar, querer pensar con claridad. Sus dedos recorrieron suavemente su espalda, una, dos veces, llegando hasta su nuca, inclinandola para poder besar su frente, un simple roce delicado, bajando los labios hasta los parpados y luego mirandolo, fijamente, como diciendole estoy aquí, aunque no sé si quiera, aquí estoy, no pienso huir...
|
|
|
|
|
Lo recibió entre sus brazos, con una sonrisa en los labios apenas dibujada y los ojos cerrados. Su pecho desnudo le proporcionaba todo el calor que necesitaba
Remiel para sentirse resguardado. Le miró de reojo, abriendo apenas sus ojos, manteniendo aún la sonrisa al verlo descansar en su hombro. La piel de Remiel era
fría al tacto de su cuerpo, ya que Yeremi era una persona con mucho calor en la piel. La yema de sus dedos lo recorrieron con suavidad en la espalda, los labios del
menor se posaron en su frente y el demonio se sintió encantado de tanto cariño. Hacía años no recibía tanto cariño, por voluntad propia, de vez en cuando era
bueno enamorarse. Bajó hasta sus párpados, mintiendo su mirada fijamente como si quisiera que supiera algo que no se atrevía a decir - ...nos hemos callado y
estamos acariciándonos en silencio - murmuró, como si se lo comentara, susurrante. Apenas una de las comisuras de su boca se elevó para sonreír pero no pudo
pues continuó hablando con normalidad - ....te gusta? - susurró, mirándolo a los ojos y sosteniendo la cintura de Remiel con ambas manos... una de ella subió hasta
su moño en el cuello, desatándolo de un simple tirón (sutil)... deslizando el hilo rojo y dejándolo en la cama. |
|
|
|
|
'Nos hemos callado y
estamos acariciándonos en silencio ....te gusta?' 'Ah, cállate...', susurró, casi en un gruñido, sin dejar de mirarlo con el ceño ligeramente fruncido, sonrojado completamente. Cállate antes de que salga corriendo de aquí... Se sobresaltó ligeramente al sentir como retiraba el listón de su camisa con tanta facilidad, pegandose a su pecho, protegiendose ahí de sus manos, acercando su nariz a su mandibula, cerca del cuello, acariciandolo con la punta de ella, apenas rozando los labios muy ligeramente, disfrutando su aroma, embriagandose de él, de la tranquilidad y la extraña protección que le provocaba. Si, estar ahí, sintiendo su aroma, rozando la suave piel, tenerlo entre sus brazos... Si Yeremi fuera solo ese momento, lo aceptaría con tanto gusto y sin dudar... Pero qué cosas estaba pensando, se reía de si mismo en su mente, se burlaba de todo lo que estaba haciendo, de la estúpida confianza que tenía en el Teufel. Pero qué importaba ya...
Besó con delicadeza su mandibula, bajando ligeramente hasta besar suavemente su cuello, para volver a sus labios, sin mirarlo, rodeando su cuello y arrimandose más a él, siempre con elegancia, lentitud, timidez, siempre con cierta extraña humildad, sujetandose luego con firmeza de sus hombros.
|
|
|
 Primeira
Anterior
56 a 70 de 85
Seguinte
Última
|
