*Sólo un trazado paralelo de Baba, de un líquido transparente, repugnante y extraño es lo que aparece dentro de uno de los templos referentes a los del Santuario de Grecia donde rige su Deidad Athena, mas precisamente en el Segundo Partenón, esa cosa misteriosa que se desliza de muro en muro entre las penumbras del mítico lugar buscando ambiciones a cargo de Hades, Dios del Inframundo, con el confín de destruir el sello sagrado desatando una nueva guerra santa entre el mundo de los vivos y los no vivos, por la permanencia de la luz o la oscuridad eterna sobre la tierra, la vida o la muerte, así entonces aquella desfigurada figura color lilácea pasea como si fuese el único Ser en divagar dicha construcción antigua.. –Jm Jm Jm.. Y me habían dicho que los caballeros que habitan éste lugar dicen ser los más.. uhmmm, ¿Cómo decirlo?.. “poderosos”, que insolencia, patético, de todos modos Yo el mas temido del mundo de los espectros no me detendré ante nada y a partir de ahora marcaré tendencia..- una voz de tono confiada y elegante se oye de la nada y por la soledad es como si se tratara del mismo bicho ambulante del lugar el cual parece no tener barrera y así como tal dirigiéndose a la siguiente casa para cumplir el objetivo encomendado, la cabeza de Athena*
*Es entonces cuando el desliz de aquella repugnante cosa es detenido por uno de los servidores de Athena, un caballero de Bronce es quien impide el paso al más temido de los espectros.. -Vaya.. que grata sorpresa.. Tu eres..¿Seiya?, Jm jm- expresa prepotente uno de los hijos de Hades mostrando como esa masa vigorosa, horrible y espantosa titila brillante mostrando un fuerte color lila como aura maligna alrededor de si mismo -Y bien, Pegaso.. serás el próximo en reunirte con tus amigos, y para no serte tan directo.. irás a nuestro propio jardín.. el de los muertos- termina cuando de repente una fuerza magnética que se promueve a través de ondas cósmicas comienza a desplegarse desde la mente del espectro viéndose como un brillo violáceo despedido hacia la humanidad del bronceado, esa fuerza que lleva consigo el objetivo alzar y dominar a placeres el cuerpo del enemigo e incrustarlo en este caso con brutal fuerza en uno de los pilares del templo taurino sin permitir movimiento alguno, esas ondas cerebrales que emite alguien que lo maneja a la perfeccion como la Estrella Maligna del Encanto -Será divertido.. Jm Jm- finaliza a tono irónico, confiante y elegante como si una mueca se reemarcara en sus labios*