Llega el marido a casa y le dice a su mujer: - ¡Hola Maruja, a que no sabes qué me han regalado! - Pues no Pepe, no me lo imagino. El hombre abre un fardo, saca un lechoncillo y se lo enseña. - ¡Mira! Me he encontrado con mi tío que venía del pueblo y me ha dado un lechón. - ¡Pero Pepe! ¿Para qué queremos nosotros un cerdo? - Calla Maruja, que dentro de cuatro meses llegan las Navidades, lo alimentamos hasta entonces y así solucionamos la cena de Navidad. - ¡Tú estás loco! ¿Dónde piensas que lo vamos a meter? - Pues... ¡Debajo de nuestra cama! - ¡Pero bueno! Esto es lo último que me faltaba ya por oír. Y... ¿Qué pasa con el olor? A lo cual el hombre contesta: - El olor... el olor... ¡¡¡¡¡Que se aguante!!!!!
¡Fegiz ane uego!
Están un matrimonio de viejos, y uno dice: - ¡Fegiz ane uego! - Pero Raimundo, cómo que feliz año nuevo, si no es Navidad. - ¡Fegiz ane uego! - Pero qué dices, carcamal, si estamos en agosto. - ¡Fegiz ane uego! - A ver, espera que te pongo la dentadura, que no te entiendo... - ¡¡Felisa, me muero!!
Preservativos navideños
En la escuela Pepito presume ante sus amiguitos de saber quién inventó los preservativos. - ¿Quién inventó los preservativos? - Los Reyes Magos. - No puede ser... - Sí, mi papá me dijo que los Reyes llegaron con dádivas, regalos y con dones.
Bicicleta de montaña
- ¡Papá, Papá! ¡Por Reyes quiero una bicicleta de montaña! Niño, tú además de parapléjico eres tonto...
Natural de...
Se encontraban dos argentinos hablando y uno le dice a otro: - Fíjate che, como es cierto que Dios es muy humilde, según dicen las Escrituras: nació en Belén, pudiendo haberlo hecho en Buenos Aires.
La puta vida
Dos prostitutas en una esquina en plenas fiestas navideñas. - Oye, Manoli, ¿tú qué le pides a los Reyes Magos? - Yo, diez mil. Como a todos.
Dos rubias
Dos rubias se van al bosque a busca un pino para Navidad. Después de dos horas de búsqueda, una le dice a la otra : - Bueno, ya es suficiente! El próximo pino que veamos lo cogemos, tenga o no tenga bolas de Navidad!
Una muchacha se va a confesar:
- Padre he venido a confesarme... pero" dice la muchacha con gesto de asco "... aqui huele a alcohol!!!". El cura, que tiene problemas con la bebida y se ha estado bebiendo el vino de misa, dice "Es tu imaginación hija. Cuentáme tus pecados". La joven le dice: "Padre, la otra noche, en navidad, vino a visitarme Papa Noel, y lo he visto tan cansado, que me apené y me acosté con él" y se interrumpe para decir "... oiga, será mi imaginación pero sigo oliendo a alcohol!". "Continua hija, tus pecados son más importantes". "Bueno, Padre", dice la muchacha desconfiando, "Papá Noel ha venido con un ayudante, que también estaba cansado el pobre, y me apené, y me acosté también con él... oiga, ¿pero ha estado bebiendo? Huele mucho a alcohol". El padre le dice: "no hagas caso de eso, es tu imaginación. Mejor continua". Ella sigue: "padre, como le venía diciendo, he visto a los renos, tan cansados, que me apené y me acosté con ellos y... pero padre, !aqui huele a vino!" El cura disgustado le replica: "mira hija, aquí hace rato que huele a puta y no he dicho nada".