La víspera ponga los garbanzos en remojo en agua templada con sal y un pellizco de bicarbonato (si el agua no es fina).
En agua fría ponga en remojo el bacalao y cámbiele el agua tres o cuatro veces, sacando cada vez el bacalao del cazo y enjuagando éste bien para que la sal no quede en el fondo.
Cuando vaya a hacer el potaje lave muy bien los garbanzos y póngalos en una olla con agua caliente (pero no hirviendo) con la media cabeza de ajo entera, la hoja de laurel y una cebolla pelada y entera.
Déjelo de dos horas y cuarto a dos horas y media a fuego mediano, después de lo cual incorpore el bacalao, dejándolo cocer otra media hora.
Lave muy bien las espinacas, quitándoles los tallos, y échelas en la olla, cociendo quince minutos.
En una sartén ponga el aceite a calentar, refría la cebolla pelada y muy picada sin que tome demasiado color (diez minutos), añada el tomate cortado y quitadas las pepitas.
Un poco después eche el pimentón. Seguidamente, páselo por el pasapurés, echando esta salsa en la olla de los garbanzos. Pruebe de sal y rectifique si es necesario.
En un mortero machaque el perejil con el diente de ajo y el pan y añádale una cucharada sopera de caldo de olla. Échelo dentro y mueva muy bien.
Deje cocer todo junto quince o veinte minutos. Sírvalo en sopera.