Un espiral de ausencias
que evoca
los sueños desnudos de imagenes
pues...
no queda nada...
Los escalofríos, sobrepasan la piel
y transgredimos nuestra propia fortaleza
A pedazos se cae el mascarón que cubría
el rostro, desteñido
palido, argentoso.
Los velos arabescos cambiaron sus tonos
El tul de las enaguan danzarinas
estaban quietos
como serenos guardianes del tiempo
Ese tiempo que no existe
que nos arrastra hasta el abismo
y nos deja pendiendo en el filo de la espada
Saltaremos, caeremos
volaremos hasta la dimensión azul-zafiro
Alli se encuentran
atrapados y enmohecidos
si tan solo un suspiro liberara
al abatido...
Pero, nada
nada lo hara... no lo hará nada
CEFE