Cuando te sientas abatido, concéntrate en esta pregunta: ¿Qué podrías hacer, que te ayudaría a sentirte mejor?
En lugar de llenarte de dudas, autocompasión, resentimiento, arrepentimiento y desesperanza, llénate de planes e ideas sobre cómo avanzar. Hay algo que quitará el foco de lo que sea que haya sucedido y que lo dirigirá en dirección a lo mejor de lo que puede llegar a ser.
No prestes atención a cómo se supone que deberías sentirte o a lo que se debería esperar que sintieras. Decide por ti mismo cuán bien querrías sentirte, y luego da los pasos que te llevarán hacia allí.
Muy probablemente resulte mucho más fácil de lo que creerías. Porque una vez que optas por sentirte mejor, muy rápidamente sucede.
Suena demasiado simple como para ser verdad, y sin embargo funciona con una efectividad deliciosa y sorprendente. Cuando decidas ayudarte a sentirte mejor, así te sentirás.
¿Qué podrías hacer, que te ayudaría a sentirte mejor? Estás a tan sólo un instante de hacer que suceda.
Gabriel Sandler
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