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UN ÁRBOL NO SÓLO PARA LA NAVIDAD SINO PARA LA VIDA   Señor: Quisiera armar en estos días un árbol dentro de mi corazón y colgar en lugar de regalos los nombres de todos mis amigos. Los de cerca y los de lejos.  Los de siempre y los de ahora.   Los constantes y los inconstantes.  Los de hora difíciles y los de horas alegres.   A los que sin querer herí, o sin querer me hirieron. Aquellos a quienes conozco profundamente y aquellos a quienes conozco apenas por sus apariencias.   Mis amigos humildes y mis amigos importantes. Todos los que ya pasaron por mi vida.   Un árbol de raíces profundas cuyos nombres nunca sean arrancados de mi corazón y que sea un árbol no sólo para Navidad, sino para toda la vida. 
  
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