| 
   
 |  
| 
   
   
  
Sábado 12 de diciembre del 2009 
Visualizo a mis seres queridos envueltos en la luz de Dios.
  Consuelo
  La temporada navideña es tiempo de alegría. Nos regocijamos por una vida vivida plenamente. Mas, cuando recuerdo a un amigo o familiar que ha fallecido, traigo a mi mente las muchas vidas que este ser especial ha bendecido. Cada vida en la que dejamos huella deja un legado para las generaciones futuras. Me lleno de gozo al recordar a mi ser querido —nuestras conversaciones, los días que pasamos juntos. 
  Al reflexionar en el impacto que mi ser querido continúa teniendo en mi vida, me lleno de amor y agradecimiento. Mi ser querido no conoce el sufrimiento ni el dolor, sino el gozo eterno.
  De cierto, de cierto os digo que vosotros lloraréis y lamentaréis, y en cambio el mundo se alegrará; pero aunque vosotros estéis tristes, vuestra tristeza se convertirá en gozo.—Juan 16:20
 
 
 
  
 |  
| 
   
 |    |     |     |     |     |