|      Como un tizón encendidoardiendo dentro mi sangre
 tu sombra viene conmigo
 y no la puedo arrancar.
 
 Te llevo por los caminos
 como un abrojo prendido,
 prendido a mi caminar.
 Te llevo por los caminos
 como un abrojo prendido,
 prendido a mi guitarrear.
 
 Por esas ramas del viento
 veo anunciado tu pelo
 y en los alambres del tiempo
 jirones de soledad.
 
 Se deshilacha el recuerdo
 sabiendo que estas muy lejos
 y que ya no volverás.
 
 Se deshilacha el recuerdo
 sabiendo que estas muy lejos
 de aquella nuestra verdad.
 
 Estremecidos de cielo
 yo vi tus ojos llorar.
 La noche pide guitarra
 la zamba busca el olvido
 y yo te quiero cantar.
 La noche pide guitarra
 la zamba busca el camino
 yo no te puedo olvidar.
 
 Como un sutil alfarero
 te fui tallando en mis sueños
 a golpe de greda y fuego
 a fuerza de tanto amar.
 
 Y en el telar de un coplero
 te dibujé verso a verso
 para no perderte más.
 
 Y en el telar de un coplero
 te dibujé verso a verso
 para besarte al cantar.
 
 Aquella luna perdida
 como un capullo en el cielo
 se me hace que es tu pañuelo
 que en una zamba se va.
 
 Y en el temblor del lucero
 como siguiendo tu vuelo
 mis pensamientos se van.
 
 Y en el temblor del lucero
 como siguiendo tu vuelo
 mi amor, mi amor te sale a buscar.
 
 Estremecidos de cielo...
  Tamara Castro (autora) 
  
   
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