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TU VOZ Y TU 
MIRADA 
  
Hoy 
escuché tu voz. Fue el arrullo del viento que se anidó en mis oídos. Fue 
trinar de calandrias en la mañana nublada. Fue el murmullo del agua corriendo 
por la cañada. Fue la emoción contenida al haber leído tus versos, conocía 
tus palabras, tus letras, pero no la melodía. Y fue la canción esperada de 
los lugares lejanos, que conocieron mis años y que hoy saben de tus 
sueños. Falta sentir en los míos, el resplandor de tus ojos y que ilumine 
el sendero donde escucho tu canción. Después que se acabe el mundo, que lo 
maten los agoreros en todo caso el mío, pero nunca el mundo tuyo. Con tu 
voz y tu mirada, sería el dueño del tiempo, con eso tendría todo, aunque más 
de ti querría. Pero existen barreras que median entre tú y yo, distancias 
de tiempo y espacio, situación y condición. El trayecto es mas largo que de 
lejos hasta mas lejos y la jornada es extensa, más que de ayer hasta 
hoy. Tú tienes la esperanza entera, y fuerzas para correr, yo voy cansando 
los años que faltan para llegar. Siento que falta menos, pero camino 
contento, porque hoy escuché tu voz. 
Vicente Herrera 
Marquéz 
  
  
  
  
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