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Déjame entrar en tu jardín
Señor, quiero entrar en tu jardín… 
y no encuentro la puerta. 
Doy vueltas y vueltas y todo es cerco cerrado. 
Y otra vuelta más y veo más enmarañado 
 mi interior. 
Veo espinas entrelazadasy troncos gruesos… 
pero la puerta no. 
Vago…camino…gimo… 
Me ataca la desesperanza que me dice vete… 
no busques aquí…buscá en tu mente y allí 
 tendrás pensamientos, ideas suculentas,  
frutos sabrosos… 
Pero lo sé, mi mente es rica pero yo quiero  
entrar en el jardín y encontrarme con mi Señor. 
No me interesan los rojos y sabrosos duraznos  
de pensamientos y proyectos…basta de ellos.
  Quiero entrar donde está mi Señor. 
AMEN 
  
  
  
  
  
  
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