Le pedi a Dios que me quitara mi orgullo 
y Dios dijo ” No “. 
Me dijo que no era algo que El tuviera que quitarme 
sino que yo tenía que sacrificarme por conseguirlo. 
Le pedí a Dios que me consediera paciencia, 
y Dios dijo ” No “. 
Me dijo que la paciencia es fruto de la tribulación. 
No se concede, se conquista. 
Le pedi que me diera felicidad, 
y Dios dijo ” No “. 
Me dijo que El da bendiciones. 
La felicidad depende de mi. 
Le pedi que me evitara el dolor, 
y Dios dijo ” No “. 
Me dijo que el dolor y el sufrimiento me santifican y me alejan 
de las preocupaciones mundanas 
y que me acercan mas a El. 
Le pedi a Dios que hiciese crecer mi espíritu, 
y Dios dijo ” No “. 
Me dijo que debo crecer personalmente, 
porque El me podaría de vez en cuando. 
Le pregunté a Dios que si me amaba, 
y Dios dijo ” Si “. 
Me dijo que había dado su único hijo y que había 
muerto por mi y que un día estaría en el paraiso 
porque tengo fe. 
Le pedi a Dios que me ayudara a amar a otros, 
como El me ama, 
y Dios dijo: 
POR FIN ESTAS COMENZANDO A ENTENDER