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Preciosa y el aire         
Su luna de pergamino  
Preciosa tocando viene  por un anfibio sendero  de cristales y laureles. 
El silencio sin estrellas,  huyendo del sonsonete,  
cae donde el mar bate y canta   
su noche llena de peces.  
En los picos de la sierra 
los carabineros duermen 
guardando las blancas torres  donde viven los ingleses. 
Y los gitanos del agua 
levantan por distraerse  
glorietas de caracoles  y ramas de pino verde. 
Federico Garcia Lorca 
  
  
  
  
  
  
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