Hoy me
puse a pensar la importancia que no le damos a la vida, cuando ésta sin querer
nos quita cosas, pensamos que es injusta y olvidamos que sin ella no seríamos
quienes somos. Todos estamos llenos de momentos felices y nos sentimos morir
cuando algo se termina. La felicidad llega en cualquier momento, todo en el
mundo se termina, hasta lo más hermoso, hasta lo más molesto y doloroso. A
veces nosotros pensamos que estar solos es el fin de la vida y no nos damos
cuenta que a veces la soledad nos ayuda a encontrar respuestas que no estaban.
¿Por qué cuantas veces estamos acompañados de mucha gente y en realidad nos
sentimos solos?. El amor tiene un millón de vueltas, a veces nos sorprende y
nos da felicidad y a veces se transforma en lo peor que hay y nos da el peor de
los sufrimientos. Pensando todo esto , crecí un poquito mas, aprendí a
sonreír un poco mas y a ver la realidad tal cual como es, pero sobre todo pude
darme cuenta que no sirve de nada el ORGULLO cuando existe la AMISTAD y el
AMOR, que no sirve LLORAR cuando un amor se va, que no vale la pena
aprender a CALLAR y que si sientes algo por alguien..... díselo, no te calles,
pero díselo hoy, porque mañana puede ser demasiado tarde, y que no
existen FRONTERAS cuando nos sentimos vivos y que la DISTANCIA no es importante
cuando existe AMOR verdadero y que si de verdad queremos algo o a alguien
debemos LUCHAR por conseguirlo y nunca rendirnos. También me di cuenta de
que deberíamos hacer mas caso a nuestro CORAZON, a nuestra voz interior y no
hacer caso a lo que digan los demás. Nos pasamos media vida haciendo cosas
con las que no estamos de acuerdo, a veces pensando mas en los demás
que en nosotros mismos. Y esta bien pensar en el bienestar de los demás,
pero ............ ¿que pasa con lo que verdaderamente queremos
nosotros?.