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Soy estúpido"
¿Quién no ha pensado en estas dos palabras cuando algo no sale como esperamos, porque hemos cometido un error?. Tenemos por costumbre recriminarnos a nosotros mismos por que es justo lo que nuestros padres
o tutores han hecho con nosotros de pequeños.
Es normal este tipo de pensamiento, es algo que hemos aprendido
y es una manera de autocastigarnos, porque lo queremos todo perfecto.
De nuestros padres hemos aprendido que si las cosas no salen
como tenemos planeado desde un principio es por que no le prestamos
la suficiente atención o pasamos de todo.
Sin embargo, aunque ustedes no se den cuenta,
este tipo de comportamiento lo tienen con sus hijos.
¿Qué hace cuando su hijo/a no está atento a lo que usted dice?.
La respuesta es recriminarle seguramente la falta de atención o bien usted piensa que su hijo/a pasa de todo. Cuando las personas nos distraemos es porque perdemos conexión, es decir, no entendemos lo que nos están diciendo o bien la manera de explicarlo resulta un poco "aburrida y confusa e incluso puede llegar a ser repetitiva". Esta es una de las grandes problemáticas que afectan a los profesores y en especial a los alumnos, ya que hay mucho fracaso escolar. Para que nos entren las cosas no deben resultar cansadas, sino amenas, cosa que muchos profesores no saben hacer.
Pues exactamente nuestra mente es el profesor y el alumno es nuestro inconsciente. Cuando un pensamiento positivo llega a nosotros, nuestro inconsciente no lo capta a la primera y trata además de revelarse contra la mente, y se produce un fracaso tanto de la mente, que no ha sabido convencer al inconsciente como de este último por no prestar más atención. La manera con la que podemos hacer que el inconsciente escuche es ir enseñándole poco a poco a pensar en positivo, para ello, la mente deberá proceder con mucho cuidado para que el inconsciente no se aburra y deje de prestar atención.
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