Investigadores de la
Escuela de Medicina Feinberg, de la
Universidad Northwestern, en Estados Unidos, han descubierto el que podría ser el “secreto” de la agilidad cerebral de algunas personas mayores.
¿Por qué algunos ancianos van perdiendo facultades cognitivas a medida que cumplen años, mientras que otros permanecen eternamente lúcidos? Estos últimos parecen haberse librado de los estragos que en la memoria ocasiona el envejecimiento, por una misteriosa razón.
Interesados en descubrirla, los científicos analizaron el cerebro de varias personas fallecidas y que, antes de morir, demostraron tener un alto rendimiento en pruebas de memoria pasados los 80 años de edad, y en comparación con otros individuos también mayores que no sufrían demencia.
Escasez de nudos neurofibrilares Así, tal y como explica la Universidad Northwestern en un
comunicado, los investigadores en lugar de estudiar los cerebros buscando lo que “estaba mal” en ellos, como se suele hacer en estudios de este tipo, se preocuparon por encontrar la causa del óptimo estado de conservación de los cerebros de los ancianos.
En las autopsias descubrieron que estos cerebros presentaban escasos ovillos o
nudos neurofibrilares, que son conglomerados anómalos de proteínas compuestos por pequeñas fibras entrelazadas dentro de las neuronas.
Estos nudos son, en concreto, agregados hiperfosforilados de una proteína conocida como
tau, que se acumula dentro de las células del cerebro y se cree que, con el tiempo, llega a matarlas. La principal función de esta proteína es la estabilización de los microtúbulos axonales a través de la interacción con otra proteína llamada
tubulina, pero su exceso resulta dañino.
Los ovillos neurofibrilares de tau se encuentran en cantidades moderadas en los cerebros de las personas mayores pero se ha observado un incremento sustancial de su presencia en los cerebros de los enfermos de
Alzheimer.
Número normal de placas amiloides Según explica el director de la investigación, el profesor de neurología del Cognitive Neurology and Alzheimer's Disease Center
(CNADC) de la Escuela Feinberg, Changiz Geula, “este nuevo descubrimiento sobre el cerebro envejecido es muy emocionante. Siempre se ha asumido que la acumulación de estos ovillos es un fenómeno progresivo propio del proceso de envejecimiento. Pero estamos viendo que algunos individuos son inmunes a la formación de ovillos hiperfosforilados, y que la presencia de estos ovillos podría influir en el rendimiento cognitivo”.
Las personas que tenían tan sólo unos pocos ovillos hiperfosforilados en el cerebro presentaron un rendimiento cognitivo más alto de lo habitual para su edad, mientras que los individuos con mayor cantidad de estos ovillos rindieron cognitivamente a un nivel normal para su edad, señalaron los científicos.
Los investigadores observaron en las autopsias, por otro lado, que el número de placas en los cerebros de estas personas era similar al de los cerebros del resto de los individuos. Estas placas, conocidas como placas amiloides, consisten en un conglomerado de otra proteína, conocida como
beta-amiloide, que es producida por el cerebro de todos los humanos, aunque de manera limitada.