Reconocer los Reflejos
El mundo que nos rodea es un
reflejo de lo que llevamos dentro.
Las personas hacia las que
reaccionamos más intensamente,
sea favorable o adversamente,
simplemente nos están mostrando
las proyecciones de nuestro
mundo interior.
De estos reflejos, lo que más
rechazamos, es lo que más
negamos de nosotros mismos;
y lo que más amamos, es lo que
más deseamos para nosotros.
Podemos valernos del espejo que nos
proveen las relaciones para ayudarnos
a guiar nuestra evolución.
La meta es el autoconocimiento.
Cuando lo logramos, lo que más
deseamos automáticamente estará
allí, y lo que más nos
desagrada desaparecerá.