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ANSIA QUE ARDIENTE
CRESCE
Ansia que ardiente crece, vertiginoso vuelo tras de algo
que nos llama con murmurar incierto, sorpresas celestiales,
dichas que nos asombran; así cuando buscamos lo escondido, así
comienzan del amor las horas.
Inaplacable angustia, hondo dolor del alma, recuerdo que no
muere, deseo que no acaba, vigilia de la noche, torpe
sueño del día es lo que queda del placer gustado, es el fruto
podrido de la vida.
Rosalia de Castro

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