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     Eres uno de Nosotros  Esta 
bien, a veces tampoco sé por qué actúo así. Eres parte de nuestro grupo, y te 
apoyamos. Con 
sólo esta declaración, la tensión se esfumó de la habitación, y otros 
adolescentes expresaron su respaldo a Sara. El 
escenario era una reunión comunitaria de adolescentes en una instalación de 
tratamiento de salud mental. Sara sufría de esquizofrenia crónica y a menudo no 
comprendía sus acciones ni tenía control sobre ellas. La tarde anterior, luego 
de regresar de una visita a su casa, encendió un pequeño fuego en su baño y 
causó problemas mayores en la unidad, incluyendo la evacuación y cancelación de 
las actividades programadas. A la 
mañana siguiente, el personal y los pacientes se reunieron para lidiar con los 
inconvenientes causados por las acciones de Sara y el disgusto que estas 
provocaron entre el resto de los adolescentes. Casi por una hora, ella 
permaneció callada, mientras todos intentaban que diera una explicación. Sara 
evadía las miradas de todos. Sin 
embargo, cuando Sam, otro paciente, vino a la habitación, se arrodilló ante 
ella, miró su rostro y le expresó su respaldo, ella reaccionó. Explicó cómo su 
madre se había transformado en iracunda para con ella y le gritaba: “¿Por qué no 
dejas de ser esquizofrénica?” -Yo 
quería morir, por eso inicié el fuego -dijo Sara con voz apenas 
audible. Ella 
no pensó en el peligro. La disposición de Sam a perdonarla a pesar de su error 
en pleno juicio, ofreció protección a Sara para derramar su corazón ante el 
grupo. Son 
los “Sams” de este mundo, quienes nos hacen una comunidad por causa del perdón y 
la compasión que proyectan. Vía 
Renuevo de Plenitud     
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