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PEQUEÑECES
Pocas
palabras que no alcanzaron para un poema
Vicente Herrera Márquez
Lo que quedó
Tus labios y mis
labios quedaron sedientos de los tuyos y los míos. Tus manos y mis
manos quedaron vacías de tus contornos y los míos. Tu mirada y mi
mirada ciegas quedaron sin el reflejo de tu imagen y la mía. Tu libro
y mi libro de memorias quedaron con páginas en blanco y algunas con
versos inconclusos.
Pasaje para el olvido
En
esta valija enorme me llevo el tiempo, el tiempo que tú me diste y no quiero
devolver. Pero antes que te vayas te doy gracias. ¡Gracias! Gracias por el
pasaje para viajar al olvido.
El día que yo muera
Recoge mis
páginas dispersas por el mundo, que por años de mis cuadernos
arranqué. Ojalá las logres juntar y si las unes en versos, recién te darás
cuenta que el tiempo pasó y murió y nunca te diste cuenta de cuánto te amaba
yo.
Flor de almendro
A mediados del
invierno se hizo flor el almendro, se acordó que año tras año hay un mes que
viste blanco y aunque este viejo no olvida que tiene que florecer. En
cambio los hombres no somos como el almendro, con solo pasar el invierno ya
olvidamos que fue otoño.
El amor debe seguir
Aunque la
distancia lo marchite. Aunque muchos se rían de él. Aunque muchos nieguen
su existir. Aunque los poetas lo maldigan. Aunque que cause guerras y
destierros. Aunque victimas de él vivan enclaustrados. Aunque en su nombre
asesine el hombre. Aunque por él los amantes se suiciden. Y aunque tú y yo
sin querer o queriendo lo matemos, en el gran teatro de la vida, el amor debe
seguir.

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