La clave de las relaciones humanas es hablar bien y sinceramente de una persona; alegrarse de la vida, teniendo presente a Dios en todos los planes y servir con amabilidad al prójimo.

El contraste de usar bien la lengua con amabilidad, para consolar, edificar, versus la palabra hiriente, la calumnia. Usted es responsable de lo que dice y como lo dice. Goce sanamente de la vida “El corazón alegre se refleja en el rostro” vs.“El iracundo provoca contiendas” Sea positivo y alegre la vida.

“El hombre propone y Dios dispone”. Cuando en su meta y planes toma en cuenta al Señor, Él lo llenará de sabiduría y guiará para cumplir el proyecto adecuado. La Biblia dice: “¡Dichoso el que confía en el Señor!”.

Proverbios habla mucho de la comida: “Mas vale comer verduras con amor que un festín de carne sazonada con odio”; “Más vale comer pan duro donde hay concordia que hacer banquete donde hay discordia. La Biblia no prohíbe el comer bien, sino la comida abundante donde hay odio.

“La meta del prudente es la sabiduría”; en contraste “El malvado acepta soborno en secreto”. El recto se aparta del mal, en cambio “Al orgullo le sigue la destrucción; a la altanería, el fracaso”. Por eso deténgase y piense si actúa como un necio(a), o como una persona sabia.

Quien halla un amigo y un cónyuge fiel, encuentra la felicidad. La salud es vital, al evitar el chisme, el rencor, el destruir al prójimo. Ame a Dios y sea servicial con su prójimo. Empiece en el hogar.

Ponga en manos de Dios sus planes para que se haga su voluntad. Ore e invierta para que ver vidas cambiadas y misioneros que sirven al Señor.

ORACIÓN:

En tus manos pongo mis planes, para que todo salga bien...