no te reproches a ti mismo. No hay nada de malo contigo, sino que el amor no 
eligió descansar en el corazón de la otra persona.
Si encuentras a alguien que está enamorado de ti, y tu no lo amas, siéntete 
honrado de que al amor vino y tocó a su puerta, pero dulcemente rechaza el 
regalo que no puedes devolver.
Si tu te enamoras de alguien, y esta persona se enamora de ti también, y el 
amor elige irse, no intentes reclamarlo o culparlo. Déjalo ir. Hay una razón 
y un significado. Tú lo sabrás a su tiempo.
Recuerda que tu no eliges al amor. EL AMOR TE ELIGE A TI. Todo lo que puedes 
hacer realmente es aceptarlo, por todo su misterio, cuando entra a tu vida. 
Siente como él te llena hasta derramarse, y entonces encuentra la manera de 
compartirlo.
Dalo a la persona que lo hizo nacer en tu vida. Dalo a otros que sean pobres 
de espíritu. Dalo alrededor del mundo en todas las formas que puedas.
Es entonces que muchos que aman cometen un error, porque habiendo estado 
mucho tiempo sin amar, ellos entienden el amor como únicamente una 
necesidad.
Ellos ven sus corazones como un lugar vacío que necesita ser llenado con el 
amor, y ellos empiezan a ver el amor como si fuera algo que fluye para ellos 
en lugar de fluir desde ellos.
Acuérdate de eso, y mantenlo en tu corazón: el amor tiene su propio tiempo, 
sus propias estaciones, y sus propias razones para ir y venir.
Tu no lo puedes sobornar, coaccionar, motivar o insistir para que se quede. 
Tu solo puedes abrazarlo cuando él llega, y repartirlo con los otros cuando 
él venga hasta ti.