|    CANTO 
DE ESPERANZA
 
 Un 
gran vuelo de cuervos mancha el azul celeste.Un soplo milenario trae amagos 
de peste.
 Se asesinan los hombres en el extremo Este.
 
 ¿Ha nacido el 
apocalíptico Anticristo?
 Se han sabido presagios, y prodigios se han 
visto
 y parece inminente el retorno del Cristo.
 
 La tierra está preñada 
de dolor tan profundo
 que el soñador, imperial meditabundo,
 sufre con las 
angustias del corazón del mundo.
 
 Verdugos de ideales afligieron la 
tierra,
 en un pozo de sombras la humanidad se encierra
 con los rudos 
molosos del odio y de la guerra.
 
 ¡Oh, Señor Jesucristo!, ¿por qué tardas, 
qué esperas
 para tender tu mano de luz sobre las fieras
 y hacer brillar 
al sol tus divinas banderas?
 
 Surge de pronto y vierte la esencia de la 
vida
 sobre tanta alma loca, triste o empedernida,
 que, amante de 
tinieblas, tu dulce aurora olvida.
 
 Ven, Señor, para hacer la gloria de ti 
mismo,
 ven con temblor de estrellas y horror de cataclismo,
 ven a traer 
amor y paz sobre el abismo.
 
 Y tu caballo blanco, que miró al 
visionario,
 pase. Y suene el divino clarín extraordinario.
 Mi corazón será 
brasa de tu incensario.
 Ruben 
Dario      |