| Bebiéndome la dulce primaverame sorprendió la tarde junto al río
 y pude contemplar a mi albedrío
 el idilio del agua y la palmera.
 Me zambullí desnudo en la pecerabuscando un corazón igual que el mío,
 y no encontré ni un faro ni un navío
 que me hiciera señales de bandera.
 La noche iba saltando por la orillay puso en mi cabeza despeinada
 el filo verde-azul de su cuchilla.
 Mas cuando ya se ahogaba mi fortuna,quiso el viento mandarle a mi jugada
 el blanco salvavidas de la luna.
  Rafael de León   Un café...?   
 zumo... fruta... pan... croissants... brioche... tarta... completo... y buñuelos con chocolate 
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