|   El Cuervo y El Zorro En la rama de un árbol,bien ufano y contento,
 con un queso en el pico,
 estaba el señor Cuervo.
 Del olor atraído,
 un Zorro muy maestro
 le dijo estas palabras
 un poco más o menos:
 "¡Tenga usted buenos días,
 señor Cuervo, mi dueño!
 ¡Vaya que estáis donoso,
 mono, lindo en extremo!
 Yo no gasto lisonjas,
 y digo lo que siento;
 que si a tu bella traza
 corresponde el gorjeo,
 juro a la diosa Ceres,
 siendo testigo el cielo,
 que tú serás el Fénix
 de sus vastos imperios"
 Al oír un discurso
 tan dulce y halagüeño,
 de vanidad llevado,
 quiso cantar el Cuervo.
 Abrió su negro pico,
 dejó caer el queso.
 El muy astuto Zorro,
 después de haberle preso,
 le dijo: "Señor bobo,
 pues sin otro alimento,
 quedáis con alabanzas
 tan hinchado y repleto,
 digerid las lisonjas
 mientras yo digiero el queso"
 
 Quien oye aduladores,nunca espere otro premio.
 
 Félix María de Samaniego
 
   
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