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       Tú dirás: «El Señor me ha abandonado;  el Señor se ha olvidado de mí.»   «¿Puede una madre olvidar a  su niño de pecho, y dejar de  amar al hijo que ha dado a luz?  Aun cuando ella lo olvidara,  ¡Yo nunca me olvidaré de tí!  Grabad@ te llevo en las palmas de mis manos.»   |