|     La prisa y la  calma Vicente Herrera  Márquez
 
 Eres  la audacia que emprende caminosy logras al destino imprimirle tu  ritmo.
 Pero también eres el sosiego y la calma
 que permite pavimentar  firme el camino.
 Me atrevo a correr con locura a tu lado,
 pero allí estas  tú, en el momento preciso,
 poniendo la coma a mi oración apurada
 o  enfriando de mi verso el verbo impaciente.
 Detienes mis manos cuando ellas se  apuran
 y guardas espacios en el baúl de los deseos.
 Sabes escribir pausas  en mi loco pentagrama,
 en los momentos que desborda mi ansiedad.
 Llamas al  orden a mi boca impertinente,
 aunque la tuya desespere por mis  besos.
 Reprimes en tus labios las letras de un: Te quiero,
 pero aceptas y  sonríes cuando digo: Yo te quiero.
 Escondes con temor las caricias de tus  manos,
 mientras las mías se deslizan temerosas por tu piel.
 Alejas  sutilmente la llegada del momento del placer,
 y me dejas divagando en los  colores del satín.
 Siendo la dueña del dominio que habitamos,
 teniendo en  tus manos las llaves de las puertas
 y habiendo escrito el decálogo que  ordena,
 eres tu la que viene , la que llega y la que va,
 yo aunque apure  se que tengo que esperar
 a que tu audacia venza los fantasmas del  temor.
   
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