Es una muestra de sabiduría 
ser comprensivo y tolerante con los demás, 
evitando contagiarse de actitudes, 
palabras o acciones negativas y destructivas. 
Cuando otra persona se altere y te manifieste irritación, 
no te dejes enganchar en su desequilibrio 
ni permitas que se trasmitan a ti sus actitudes equivocadas. 
Cuando se tiene la razón no es necesario levantar la voz, 
la razón brilla en la calma y termina por imponerse a sí misma.
  DE LA RED