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 TIENES  DERECHO A CAMBIAR DE OPINION   Desde  la más tierna infancia se nos ha enseñado que una vez declarados nuestros  deseos, ya no podemos retractarnos. 
 El  no atreverse a rectificar el camino, por temor a que alguien se enoje, es un  acto pueril e irresponsable.
 
 Erradica  esa costumbre, quitala de tu cabeza.
 
 La  rigidez es una excelente cadena que te hace facilmente muñeco de otros, pues te  obliga a mantenerte atado a decisiones que en su momento fueron buenas pero que  ya no lo son. La gente y las circunstancias cambian; lo que antes consideraste  conveniente puede no serlo a la luz de nuevas ideas.
 
 Tienes  derecho a cambiar de opinión.
 
 Como  es de esperarse, hay que saber tambien que ejercer este derecho tiene un precio.  Con frecuencia, al cambiar de opinión pagarás pérdida de bienes, retroceso en el  camino andado, molestia en otros, etc...; pero valora lo que pierdes y lo que  ganas para actuar despues, con los pies en la Tierra, segun te convenga.
 
 No  te sientas atado de manos sólo porque afirmaste algo. Ésas son pamplinas que te  hacen victima de los manipuladores.
 
 Tienes  derecho a cambiar de opinión.
 
 Si  compraste algo y no te gustó, devuelvelo, si anunciaste hacer un negocio  determinado pero luego reflexionas que te beneficia otra cosa, el "echarse para  atras" no será muestra de inmadurez sino de todo lo contrario. Por supuesto que  pocos lo entenderan. Te tildaran de inconsistente, de no tener palabra y si  logran intimidarte, cederás y harás algo que de antemano sabes perjudicial. Pero  detente... Miles de personas, en una moral mal entendida, se esfuerzan por  defender su posición aun sabiendo que es errónea, millones de seres humanos  viven soportando situaciones terribles cuando por dentro quisieran cambiar y  liberarse de las presiones que aceptaron en otra época.
 
 Los  que no pueden superar la zona de aprobación suelen tener pánico a que los demás  piensen mal de ellos, por eso se ven en la necesidad de hacer cosas que no  quieren. Es muy sencillo y lo diremos más coloquialmente aún: Sólo los  valientes huyen.
 
 Si  exaltado por los calores del momento te retaste a golpes con alguien o juraste  hacer algo que posteriormente evaluas inconveniente, piénsalo mejor, no hagas lo  que ya no quieres hacer.
 
 Tienes  derecho a cambiar de opinión.
 
 Carlos  Cuauhtemoc Sanchez
 de  su libro
 Volar  sobre el Pantano
   
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