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   EL VALOR DE LA ORACIÓN Jesús invita, recomienda, impone la oración,une a ella toda gracia, toda bendición
 hasta la salvación eterna. El mismo reza por todas partes
 y siempre: en el templo, en el Huerto de los olivos, en el monte, sobre las aguas, en las plazas y en las sinagogas.
 San Pedro corre el peligro de hundirse en las aguasy reza; la oración lo fortifica. Marta y María
 piden llorando ante Jesús en la hora del dolor y la oración las consuela.
 Rezan los Apóstoles en el cenáculo y la oraciónhace descender al Espíritu Santo con sus dones celestiales.
  Y tú, ¿cuándo rezas? ¿Sólo cuando estás enfermo o cuando quieres
 que algo te salga bien?
 Reza siempre porque siempre tienes necesidad de permanecer junto a tu Dios.
   
   
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