|     Silencio.   Fueron angostas las calles esa mañana que me cubrió de hojas y flores mientras me devolvías los recuerdos en el silencio de las escondidas palabras. Al fondo del alma latían todas las vagas negaciones y el desconcierto. ¿Es que no era yo el agua? ¿El oropel tiene el mismo brillo de la verdad? El amor simula caretas los días se equivocan y juegan al disfraz. ¿Por qué este afán mío de esperarte en los umbrales si me matas entre dos luces de madrugada y me dejas en la playa barrida por el viento?     Ana Maria Barbera. |