|     Defender La Alegria Defender la alegría como una trinchera,
 defenderla del caos y de las pesadillas,
 de la ajada miseria y de los miserables,
 de las ausencias breves y las definitivas.
 Defender la alegría como un estandarte,
 defenderla del rayo y de la melancolía,
 de los males endémicos y de los académicos,
 del rufián caballero y del oportunista,
 defenderla del mar y las lágrimas tibias,
 de las buenas costumbres y de los apellidos,
 del azar y también de la alegría.
 Mario Benedetti   |