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  La conversación es un intercambio
  de ideas y quien lo comprenda así será bien recibido en todas partes.  Para tener relaciones con personas  interesantes es fundamental  ser un buen conversador. En la buena conversación  se deben evitar las fricciones  provocadas por la irritación,  el aburrimiento, el egoísmo  y diversas otras emociones  negativas y perturbadoras.  A veces la persona sabe hablar muy bien,  pero falla en comprender que  la comunicación es un intercambio.  Olvida escuchar al otro, no se detiene para dar oportunidad  a los demás a intervenir.  Se sorprenden de su poco éxito para liderar,  ignorando que está en ellos mismos la causa por estos comportamientos equivocados.  Hay conversadores que se hacen muy desagradables porque siempre están  hablando de sí mismos:  "Yo le aseguro...", "Yo opino...", "Yo digo...", etc.  Abusar de la primera persona lleva al hablante a exigir a los demás  que le escuchen, sin embargo, careciendo de la habilidad de atender al otro.  Si quieres causar una  impresión favorable, escucha a los demás.   
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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