|         AMOR DE AMIGOPor
 Emma-Margarita R. A.-Valdés   En mi soledad doliente fuiste presencia infrecuente, un amigo, tu amistad es sol caliente, agua limpia de un torrente que bendigo.   A un mundo de fantasía, en plena y dulce armonía, tú conmigo, lejos de la hipocresía como el alba renacía yo, contigo.   Y fue la naturaleza, el cielo, el mar, la belleza, nuestro abrigo, abonamos la nobleza y arrancamos la maleza del castigo.   En la tierra prometida, con hambre de amanecida cual mendigo, el alma fiel, malherida, salió de calma suicida de testigo.   Creaste nuevos colores pletóricos de fulgores, dulce amigo, alegres, deslumbradores, no volverán los temores que maldigo.   No hay nada que me encarcele y de todo lo que duele me desligo. Hiciste que no recele, y aunque el sueño corra o vuele, lo consigo.   Con antiguas ilusiones, con las viejas oraciones, me religo, acepto renunciaciones y encuentro las emociones que persigo.   Eres en mi alma un hermano, amor de amigo, amor sano, blanco trigo. Unidos, mano con mano, se hace el destierro liviano, buen amigo.               |