| 
  A la flor era semejante mi vida, en su aurora: a la flor que, abierta cuando la brisade la primavera viene a golpear en su puerta, deja caer uno, o dos pétalos, e ignorante
 de su tesoro, no siente su pérdida.
 Ahora cuando pasó la juventud, mi vida se parece al fruto que ya nada tiene que perder:
 y espera, espera a alguien, para darse toda entera, con toda su pesadumbre de dulzura.
 (Tagore) Un café? 
 o té... 
 zumo... 
 fruta... 
 pan... 
 bolleria... 
 pastas... 
 tarta... 
 completo... 
 chocolate con churros... 
 Y...música  |