| ROSA DE OTOÑO Abandonada al lánguido embelesoque alarga la otoñal melancolía,
 tiembla la última rosa que por eso
 es más hermosa cuanto más tardía.
 Tiembla… un pétalo cae… y en la leveimperfección que su belleza trunca,
 se malogra algo de íntimo que debe
 llegar acaso y que no llega nunca.
 La flor, a cada pétalo caído,como si lo llorara, se doblega
 bajo el fatal rigor que no ha debido
 llegar jamás, pero que siempre llega.
 Y en una blanda lentitud, dichosacon la honda calma que la tarde vierte,
 pasa el deshojamiento de la rosa
 por las manos tranquilas de la muerte.
 L.Lugones |