|  
 Mi Gente Bella...       He aquí una palabra de la que todo el mundo habla hoy.  Nadie puede vivir sin ella porque la vida sería muy difícil  si faltara. Una palabra que va directa al corazón, pues  evoca los momentos en los que nos encontramos  maravillosamente bien.     La ternura es como un movimiento que nos  arrastra hacia  un camino repleto de sensaciones  y de sentimientos en los que se entremezclan  la benevolencia, la aceptación, la calidez  y el abandono, pero también la confianza, el  estímulo, el asombro y los nuevos descubrimientos.     La ternura no es solamente algo físico.  Es una emoción sutil, una mirada de  asombro, un movimiento cálido unido para  siempre al conjunto de los sentidos.  La ternura posee un brillo  propio.        Es un camino que nos conduce hacia  la multiplicidad  y la  abundancia espiritual.  Ella es el arte de "sentir" a la persona, al ser  humano en su totalidad, creando una  atmósfera  interior de armonía y comprensión mutua.       La ternura es un valor tan necesario en nuestra vida  como el aire o el alimento. Se alimenta de cosas  pequeñas  que brotan del corazón como una mirada,  una mano, una sonrisa, un gesto, una palabra,  un estímulo, un aliento...       Es una puerta abierta a los sufrimientos más íntimos,  más secretos,  más recónditos, aquellos que  apenas nos atrevemos a balbucir...  La ternura es un producto divino. Sin ella, el hombre  y la mujer no llegarían a ser verdaderamente humanos.        Comienza con el respeto y el reconocimiento de su  libertad. Ella  está en la base de una sana y profunda  alegría del vivir.  La ternura  nos hace vulnerables, pero nos convierte en  más humanos.        Buen dia lleno de alegrias y mucha ternura.     Irmelena... |