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¡Bella, espléndida mañana! ¡Cómo cautivan tus galas cuando timida resbalas Sobre la verde sabana!
En las selvas hay aroma, en el verjel blanda brísa; hay en los cielos sonrisa, y arrullos en la paloma.
Y el ave de dulce trino que canta de rama en rama, hija del cielo te llama en su lenguaje divino.
Autor: Venancio Calderón

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