Los problemas con nuestra salud, 
 
                                                                   nuestra mente o nuestras relaciones 
con nosotros mismos y con los demás, 
a menudo surgen porque nuestra energía espiritual 
está bloqueada.
 
Ésta densificación de la energía es el resultado 
de pensamientos, sentimientos y acciones negativas,
 en otras palabras, mal karma.
A veces tras buscar curas tradicionales y alternativas 
nos hemos encontrado con que aún se repiten
 en nosotros patrones antiguos de comportamiento 
(que ya no nos sirven) 
que nos llevan una y otra vez a desequilibrios no deseados. 
Esto se puede deber a que no hemos erradicado 
la causa original a nivel energético