Define
 con claridad la meta que quieres conseguir y ve por ella, dispuesto a 
realizar el trabajo necesario para cumplir con tu compromiso. ¡Disfruta 
del proceso! 
Una
 vez tomada la decisión inicia el trabajo y no te detengas, sin importar
 lo que suceda a tu alrededor. Coloca tu atención en la meta y dirígete 
hacia ella, a tu ritmo pero sin detenerte o perder el tiempo. 
Una
 vez que hayas elaborado un plan de acción, vuélvete disciplinado para 
que te sea más sencillo mantener la voluntad. Crea rutinas para alcanzar
 lo que quieres y no abandones, ni aplaces el momento de hacerlo. 
 
 
Autor:Desconocido