| | |  |  
| 
| De: LUNASOL  (Mensaje original) | Enviado: 15/10/2010 02:28 | 
 |  Oracion al santo niño de atocha 
 Amantisimo santo niño de atocha
 te alabo y te glorifico con todo mi corazon
 y te entrego esta oracion en recuerdo del amor puro
 que entregaste a tu inmaculada madre y tu padre adoptivo
 Aumenta mi amor por Jose, Maria y que juntos al tuyo
 los mantenga en mi corazon para lograr
 la salvacion de mi alma y
 tambien me concedas lo que te pido ardientemente
 AMEN
 
 Por la libertad de mi amigo
 
 
 Señor, me dicen que debo orar. Pero ¿cómo puedo orar yo que soy tan desdichado? ¿Cómo puedo hablarte en mi condición actual?  Yo estoy triste, me encuentro indigno, a veces me siento desesperado. Me creo maldito y me resisto a orar. Yo sufro profundamente, porque todos están contra mí y me juzgan un malvado porque me encuentro aquí, lejos de mis seres queridos, apartado de mis ocupaciones, sin libertad y sin honor. Y sin paz, ¿cómo es posible que yo me dirija a Ti, oh Señor?  Ahora ya te contemplo en la cruz. Tú también, Señor, has sufrido, y ¡qué sufrimiento! Yo sé que Tú eras buenos, eras sabio, eras inocente. Y ellos te injuriaron, te deshonraron, te juzgaron, te azotaron, te crucificaron, te dieron muerte. Pero ¿por qué? ¿Dónde estaba la justicia?  Y Tú fuiste capaz de perdonar a quienes te trataron con tanta injusticia y crueldad. Tú oraste por ellos. Y aún más: Tú quisiste morir así para salvar a quienes te dieron muerte, para salvarnos a nosotros, hombres pecadores. ¿También puedes salvarme a mí?  Siendo así, Señor, se puede pensar que un hombre es bueno en su corazón aun cuando una sentencia de los tribunales de los hombres caiga sobre sus espaldas. Yo también, oh Señor, en el fondo de mi alma me considero mejor de lo que otros hombres piensan; yo sé lo que es justicia, lo que es bueno, lo que es honor, lo que es virtud.  Ante Ti estos pensamientos surgen en mi mente: ¿Tú lo conoces? ¿Tú sabes que siento disgusto por mis miserias? ¿Tú sabes que estoy a punto de gritar y de llorar? ¿Tú me oyes, oh Señor? ¿Es esta mi oración?  Sí, ésta es mi oración; desde mi profunda amargura yo elevo mi voz a Ti: no la desoigas. Al menos Tú, que sufriste tanto como yo, más que yo, por mí, al menos Tú, Señor, óyeme. Yo tengo que pedirme muchas cosas.  Dame, Señor, la paz del alma, dame tranquilidad de conciencia, una nueva conciencia capaz de buenos pensamientos. Sí, Señor, a Ti te lo diré: si yo me extravié, perdóname. Todos necesitamos perdón y misericordia; yo te pido protección para mí. Y también, Señor, yo te pido por mis seres queridos, que todavía me aman. Señor, ayúdalos, consuélalos. Señor, diles que me recuerden, que me amen aún. Yo angustiosamente necesito saber que todavía alguien se acuerda de mí y me ama.  Y también de estos compañeros de desgracia y aflicción que conmigo se encuentran en esta prisión, Señor, ten misericordia. Misericordia para todos, sí y también para quienes nos hicieron sufrir; para todos los seres humanos en este desdichado mundo. Pues nosotros somos, oh Señor, tus criaturas, tus semejantes, tus hermanos. Oh Cristo, ten misericordia de nosotros.  A nuestra pobre voz unimos la dulce e inocente voz de la Virgen, de la santísima María, que es tu madre y es también para nosotros una madre de mediación y de consuelo. ¡Oh Señor. Danos tu paz! ¡Danos esperanza!  Oración rezada 
 
 
 
 | 
 | 
 | 
 
 
 | |  |  | |  Oracion al santo niño de atocha 
 Amantisimo santo niño de atocha
 te alabo y te glorifico con todo mi corazon
 y te entrego esta oracion en recuerdo del amor puro
 que entregaste a tu inmaculada madre y tu padre adoptivo
 Aumenta mi amor por Jose, Maria y que juntos al tuyo
 los mantenga en mi corazon para lograr
 la salvacion de mi alma y
 tambien me concedas lo que te pido ardientemente
 AMEN
 
 Por la libertad de mi amigo
 
 
    
Señor, me dicen que debo orar. Pero ¿cómo puedo orar yo que soy tan desdichado? ¿Cómo puedo hablarte en mi condición actual? Yo estoy triste, me encuentro indigno, a veces me siento desesperado. Me creo maldito y me resisto a orar. Yo sufro profundamente, porque todos están contra mí y me juzgan un malvado porque me encuentro aquí, lejos de mis seres queridos, apartado de mis ocupaciones, sin libertad y sin honor. Y sin paz, ¿cómo es posible que yo me dirija a Ti, oh Señor? Ahora ya te contemplo en la cruz. Tú también, Señor, has sufrido, y ¡qué sufrimiento! Yo sé que Tú eras buenos, eras sabio, eras inocente. Y ellos te injuriaron, te deshonraron, te juzgaron, te azotaron, te crucificaron, te dieron muerte. Pero ¿por qué? ¿Dónde estaba la justicia? Y Tú fuiste capaz de perdonar a quienes te trataron con tanta injusticia y crueldad. Tú oraste por ellos. Y aún más: Tú quisiste morir así para salvar a quienes te dieron muerte, para salvarnos a nosotros, hombres pecadores. ¿También puedes salvarme a mí? Siendo así, Señor, se puede pensar que un hombre es bueno en su corazón aun cuando una sentencia de los tribunales de los hombres caiga sobre sus espaldas. Yo también, oh Señor, en el fondo de mi alma me considero mejor de lo que otros hombres piensan; yo sé lo que es justicia, lo que es bueno, lo que es honor, lo que es virtud. Ante Ti estos pensamientos surgen en mi mente: ¿Tú lo conoces? ¿Tú sabes que siento disgusto por mis miserias? ¿Tú sabes que estoy a punto de gritar y de llorar? ¿Tú me oyes, oh Señor? ¿Es esta mi oración? Sí, ésta es mi oración; desde mi profunda amargura yo elevo mi voz a Ti: no la desoigas. Al menos Tú, que sufriste tanto como yo, más que yo, por mí, al menos Tú, Señor, óyeme. Yo tengo que pedirme muchas cosas. Dame, Señor, la paz del alma, dame tranquilidad de conciencia, una nueva conciencia capaz de buenos pensamientos. Sí, Señor, a Ti te lo diré: si yo me extravié, perdóname. Todos necesitamos perdón y misericordia; yo te pido protección para mí. Y también, Señor, yo te pido por mis seres queridos, que todavía me aman. Señor, ayúdalos, consuélalos. Señor, diles que me recuerden, que me amen aún. Yo angustiosamente necesito saber que todavía alguien se acuerda de mí y me ama. Y también de estos compañeros de desgracia y aflicción que conmigo se encuentran en esta prisión, Señor, ten misericordia. Misericordia para todos, sí y también para quienes nos hicieron sufrir; para todos los seres humanos en este desdichado mundo. Pues nosotros somos, oh Señor, tus criaturas, tus semejantes, tus hermanos. Oh Cristo, ten misericordia de nosotros. A nuestra pobre voz unimos la dulce e inocente voz de la Virgen, de la santísima María, que es tu madre y es también para nosotros una madre de mediación y de consuelo. ¡Oh Señor. Danos tu paz! ¡Danos esperanza!  Oración rezada 
 
 
 
 | 
 | 
 | 
 
 | |  |  | |  
 Oracion al santo niño de atocha 
 Amantisimo santo niño de atocha
 te alabo y te glorifico con todo mi corazon
 y te entrego esta oracion en recuerdo del amor puro
 que entregaste a tu inmaculada madre y tu padre adoptivo
 Aumenta mi amor por Jose, Maria y que juntos al tuyo
 los mantenga en mi corazon para lograr
 la salvacion de mi alma y
 tambien me concedas lo que te pido ardientemente
 AMEN
 
 Por la libertad de mi amigo
 
 
    
Señor, me dicen que debo orar. Pero ¿cómo puedo orar yo que soy tan desdichado? ¿Cómo puedo hablarte en mi condición actual? Yo estoy triste, me encuentro indigno, a veces me siento desesperado. Me creo maldito y me resisto a orar. Yo sufro profundamente, porque todos están contra mí y me juzgan un malvado porque me encuentro aquí, lejos de mis seres queridos, apartado de mis ocupaciones, sin libertad y sin honor. Y sin paz, ¿cómo es posible que yo me dirija a Ti, oh Señor? Ahora ya te contemplo en la cruz. Tú también, Señor, has sufrido, y ¡qué sufrimiento! Yo sé que Tú eras buenos, eras sabio, eras inocente. Y ellos te injuriaron, te deshonraron, te juzgaron, te azotaron, te crucificaron, te dieron muerte. Pero ¿por qué? ¿Dónde estaba la justicia? Y Tú fuiste capaz de perdonar a quienes te trataron con tanta injusticia y crueldad. Tú oraste por ellos. Y aún más: Tú quisiste morir así para salvar a quienes te dieron muerte, para salvarnos a nosotros, hombres pecadores. ¿También puedes salvarme a mí? Siendo así, Señor, se puede pensar que un hombre es bueno en su corazón aun cuando una sentencia de los tribunales de los hombres caiga sobre sus espaldas. Yo también, oh Señor, en el fondo de mi alma me considero mejor de lo que otros hombres piensan; yo sé lo que es justicia, lo que es bueno, lo que es honor, lo que es virtud. Ante Ti estos pensamientos surgen en mi mente: ¿Tú lo conoces? ¿Tú sabes que siento disgusto por mis miserias? ¿Tú sabes que estoy a punto de gritar y de llorar? ¿Tú me oyes, oh Señor? ¿Es esta mi oración? Sí, ésta es mi oración; desde mi profunda amargura yo elevo mi voz a Ti: no la desoigas. Al menos Tú, que sufriste tanto como yo, más que yo, por mí, al menos Tú, Señor, óyeme. Yo tengo que pedirme muchas cosas. Dame, Señor, la paz del alma, dame tranquilidad de conciencia, una nueva conciencia capaz de buenos pensamientos. Sí, Señor, a Ti te lo diré: si yo me extravié, perdóname. Todos necesitamos perdón y misericordia; yo te pido protección para mí. Y también, Señor, yo te pido por mis seres queridos, que todavía me aman. Señor, ayúdalos, consuélalos. Señor, diles que me recuerden, que me amen aún. Yo angustiosamente necesito saber que todavía alguien se acuerda de mí y me ama. Y también de estos compañeros de desgracia y aflicción que conmigo se encuentran en esta prisión, Señor, ten misericordia. Misericordia para todos, sí y también para quienes nos hicieron sufrir; para todos los seres humanos en este desdichado mundo. Pues nosotros somos, oh Señor, tus criaturas, tus semejantes, tus hermanos. Oh Cristo, ten misericordia de nosotros. A nuestra pobre voz unimos la dulce e inocente voz de la Virgen, de la santísima María, que es tu madre y es también para nosotros una madre de mediación y de consuelo. ¡Oh Señor. Danos tu paz! ¡Danos esperanza!  Oración rezada | 
 | 
 | 
 
 | |  |  | |  Oracion al santo niño de atocha 
 Amantisimo santo niño de atocha
 te alabo y te glorifico con todo mi corazon
 y te entrego esta oracion en recuerdo del amor puro
 que entregaste a tu inmaculada madre y tu padre adoptivo
 Aumenta mi amor por Jose, Maria y que juntos al tuyo
 los mantenga en mi corazon para lograr
 la salvacion de mi alma y
 tambien me concedas lo que te pido ardientemente
 AMEN
 
 Por la libertad de mi amigo
 
 
    
Señor, me dicen que debo orar. Pero ¿cómo puedo orar yo que soy tan desdichado? ¿Cómo puedo hablarte en mi condición actual? Yo estoy triste, me encuentro indigno, a veces me siento desesperado. Me creo maldito y me resisto a orar. Yo sufro profundamente, porque todos están contra mí y me juzgan un malvado porque me encuentro aquí, lejos de mis seres queridos, apartado de mis ocupaciones, sin libertad y sin honor. Y sin paz, ¿cómo es posible que yo me dirija a Ti, oh Señor? Ahora ya te contemplo en la cruz. Tú también, Señor, has sufrido, y ¡qué sufrimiento! Yo sé que Tú eras buenos, eras sabio, eras inocente. Y ellos te injuriaron, te deshonraron, te juzgaron, te azotaron, te crucificaron, te dieron muerte. Pero ¿por qué? ¿Dónde estaba la justicia? Y Tú fuiste capaz de perdonar a quienes te trataron con tanta injusticia y crueldad. Tú oraste por ellos. Y aún más: Tú quisiste morir así para salvar a quienes te dieron muerte, para salvarnos a nosotros, hombres pecadores. ¿También puedes salvarme a mí? Siendo así, Señor, se puede pensar que un hombre es bueno en su corazón aun cuando una sentencia de los tribunales de los hombres caiga sobre sus espaldas. Yo también, oh Señor, en el fondo de mi alma me considero mejor de lo que otros hombres piensan; yo sé lo que es justicia, lo que es bueno, lo que es honor, lo que es virtud. Ante Ti estos pensamientos surgen en mi mente: ¿Tú lo conoces? ¿Tú sabes que siento disgusto por mis miserias? ¿Tú sabes que estoy a punto de gritar y de llorar? ¿Tú me oyes, oh Señor? ¿Es esta mi oración? Sí, ésta es mi oración; desde mi profunda amargura yo elevo mi voz a Ti: no la desoigas. Al menos Tú, que sufriste tanto como yo, más que yo, por mí, al menos Tú, Señor, óyeme. Yo tengo que pedirme muchas cosas. Dame, Señor, la paz del alma, dame tranquilidad de conciencia, una nueva conciencia capaz de buenos pensamientos. Sí, Señor, a Ti te lo diré: si yo me extravié, perdóname. Todos necesitamos perdón y misericordia; yo te pido protección para mí. Y también, Señor, yo te pido por mis seres queridos, que todavía me aman. Señor, ayúdalos, consuélalos. Señor, diles que me recuerden, que me amen aún. Yo angustiosamente necesito saber que todavía alguien se acuerda de mí y me ama. Y también de estos compañeros de desgracia y aflicción que conmigo se encuentran en esta prisión, Señor, ten misericordia. Misericordia para todos, sí y también para quienes nos hicieron sufrir; para todos los seres humanos en este desdichado mundo. Pues nosotros somos, oh Señor, tus criaturas, tus semejantes, tus hermanos. Oh Cristo, ten misericordia de nosotros. A nuestra pobre voz unimos la dulce e inocente voz de la Virgen, de la santísima María, que es tu madre y es también para nosotros una madre de mediación y de consuelo. ¡Oh Señor. Danos tu paz! ¡Danos esperanza!  Oración rezada 
 
 
 
 | 
 | 
 | 
 
 | |  |  | |  Oracion al santo niño de atocha 
 Amantisimo santo niño de atocha
 te alabo y te glorifico con todo mi corazon
 y te entrego esta oracion en recuerdo del amor puro
 que entregaste a tu inmaculada madre y tu padre adoptivo
 Aumenta mi amor por Jose, Maria y que juntos al tuyo
 los mantenga en mi corazon para lograr
 la salvacion de mi alma y
 tambien me concedas lo que te pido ardientemente
 AMEN
 
 Por la libertad de mi amigo
 
 
    
Señor, me dicen que debo orar. Pero ¿cómo puedo orar yo que soy tan desdichado? ¿Cómo puedo hablarte en mi condición actual? Yo estoy triste, me encuentro indigno, a veces me siento desesperado. Me creo maldito y me resisto a orar. Yo sufro profundamente, porque todos están contra mí y me juzgan un malvado porque me encuentro aquí, lejos de mis seres queridos, apartado de mis ocupaciones, sin libertad y sin honor. Y sin paz, ¿cómo es posible que yo me dirija a Ti, oh Señor? Ahora ya te contemplo en la cruz. Tú también, Señor, has sufrido, y ¡qué sufrimiento! Yo sé que Tú eras buenos, eras sabio, eras inocente. Y ellos te injuriaron, te deshonraron, te juzgaron, te azotaron, te crucificaron, te dieron muerte. Pero ¿por qué? ¿Dónde estaba la justicia? Y Tú fuiste capaz de perdonar a quienes te trataron con tanta injusticia y crueldad. Tú oraste por ellos. Y aún más: Tú quisiste morir así para salvar a quienes te dieron muerte, para salvarnos a nosotros, hombres pecadores. ¿También puedes salvarme a mí? Siendo así, Señor, se puede pensar que un hombre es bueno en su corazón aun cuando una sentencia de los tribunales de los hombres caiga sobre sus espaldas. Yo también, oh Señor, en el fondo de mi alma me considero mejor de lo que otros hombres piensan; yo sé lo que es justicia, lo que es bueno, lo que es honor, lo que es virtud. Ante Ti estos pensamientos surgen en mi mente: ¿Tú lo conoces? ¿Tú sabes que siento disgusto por mis miserias? ¿Tú sabes que estoy a punto de gritar y de llorar? ¿Tú me oyes, oh Señor? ¿Es esta mi oración? Sí, ésta es mi oración; desde mi profunda amargura yo elevo mi voz a Ti: no la desoigas. Al menos Tú, que sufriste tanto como yo, más que yo, por mí, al menos Tú, Señor, óyeme. Yo tengo que pedirme muchas cosas. Dame, Señor, la paz del alma, dame tranquilidad de conciencia, una nueva conciencia capaz de buenos pensamientos. Sí, Señor, a Ti te lo diré: si yo me extravié, perdóname. Todos necesitamos perdón y misericordia; yo te pido protección para mí. Y también, Señor, yo te pido por mis seres queridos, que todavía me aman. Señor, ayúdalos, consuélalos. Señor, diles que me recuerden, que me amen aún. Yo angustiosamente necesito saber que todavía alguien se acuerda de mí y me ama. Y también de estos compañeros de desgracia y aflicción que conmigo se encuentran en esta prisión, Señor, ten misericordia. Misericordia para todos, sí y también para quienes nos hicieron sufrir; para todos los seres humanos en este desdichado mundo. Pues nosotros somos, oh Señor, tus criaturas, tus semejantes, tus hermanos. Oh Cristo, ten misericordia de nosotros. A nuestra pobre voz unimos la dulce e inocente voz de la Virgen, de la santísima María, que es tu madre y es también para nosotros una madre de mediación y de consuelo. ¡Oh Señor. Danos tu paz! ¡Danos esperanza!  Oración rezada 
 
 
 
 | 
 | 
 | 
 
 | |  |  | |  Oracion al santo niño de atocha 
 Amantisimo santo niño de atocha
 te alabo y te glorifico con todo mi corazon
 y te entrego esta oracion en recuerdo del amor puro
 que entregaste a tu inmaculada madre y tu padre adoptivo
 Aumenta mi amor por Jose, Maria y que juntos al tuyo
 los mantenga en mi corazon para lograr
 la salvacion de mi alma y
 tambien me concedas lo que te pido ardientemente
 AMEN
 
 Por la libertad de mi amigo
 
 
    
Señor, me dicen que debo orar. Pero ¿cómo puedo orar yo que soy tan desdichado? ¿Cómo puedo hablarte en mi condición actual? Yo estoy triste, me encuentro indigno, a veces me siento desesperado. Me creo maldito y me resisto a orar. Yo sufro profundamente, porque todos están contra mí y me juzgan un malvado porque me encuentro aquí, lejos de mis seres queridos, apartado de mis ocupaciones, sin libertad y sin honor. Y sin paz, ¿cómo es posible que yo me dirija a Ti, oh Señor? Ahora ya te contemplo en la cruz. Tú también, Señor, has sufrido, y ¡qué sufrimiento! Yo sé que Tú eras buenos, eras sabio, eras inocente. Y ellos te injuriaron, te deshonraron, te juzgaron, te azotaron, te crucificaron, te dieron muerte. Pero ¿por qué? ¿Dónde estaba la justicia? Y Tú fuiste capaz de perdonar a quienes te trataron con tanta injusticia y crueldad. Tú oraste por ellos. Y aún más: Tú quisiste morir así para salvar a quienes te dieron muerte, para salvarnos a nosotros, hombres pecadores. ¿También puedes salvarme a mí? Siendo así, Señor, se puede pensar que un hombre es bueno en su corazón aun cuando una sentencia de los tribunales de los hombres caiga sobre sus espaldas. Yo también, oh Señor, en el fondo de mi alma me considero mejor de lo que otros hombres piensan; yo sé lo que es justicia, lo que es bueno, lo que es honor, lo que es virtud. Ante Ti estos pensamientos surgen en mi mente: ¿Tú lo conoces? ¿Tú sabes que siento disgusto por mis miserias? ¿Tú sabes que estoy a punto de gritar y de llorar? ¿Tú me oyes, oh Señor? ¿Es esta mi oración? Sí, ésta es mi oración; desde mi profunda amargura yo elevo mi voz a Ti: no la desoigas. Al menos Tú, que sufriste tanto como yo, más que yo, por mí, al menos Tú, Señor, óyeme. Yo tengo que pedirme muchas cosas. Dame, Señor, la paz del alma, dame tranquilidad de conciencia, una nueva conciencia capaz de buenos pensamientos. Sí, Señor, a Ti te lo diré: si yo me extravié, perdóname. Todos necesitamos perdón y misericordia; yo te pido protección para mí. Y también, Señor, yo te pido por mis seres queridos, que todavía me aman. Señor, ayúdalos, consuélalos. Señor, diles que me recuerden, que me amen aún. Yo angustiosamente necesito saber que todavía alguien se acuerda de mí y me ama. Y también de estos compañeros de desgracia y aflicción que conmigo se encuentran en esta prisión, Señor, ten misericordia. Misericordia para todos, sí y también para quienes nos hicieron sufrir; para todos los seres humanos en este desdichado mundo. Pues nosotros somos, oh Señor, tus criaturas, tus semejantes, tus hermanos. Oh Cristo, ten misericordia de nosotros. A nuestra pobre voz unimos la dulce e inocente voz de la Virgen, de la santísima María, que es tu madre y es también para nosotros una madre de mediación y de consuelo. ¡Oh Señor. Danos tu paz! ¡Danos esperanza!  Oración rezada 
 | 
 | 
 | 
 
 | |  |  | |  
 Oracion al santo niño de atocha 
 Amantisimo santo niño de atocha
 te alabo y te glorifico con todo mi corazon
 y te entrego esta oracion en recuerdo del amor puro
 que entregaste a tu inmaculada madre y tu padre adoptivo
 Aumenta mi amor por Jose, Maria y que juntos al tuyo
 los mantenga en mi corazon para lograr
 la salvacion de mi alma y
 tambien me concedas lo que te pido ardientemente
 AMEN
 
 Por la libertad de mi amigo
 
 
    
Señor, me dicen que debo orar. Pero ¿cómo puedo orar yo que soy tan desdichado? ¿Cómo puedo hablarte en mi condición actual? Yo estoy triste, me encuentro indigno, a veces me siento desesperado. Me creo maldito y me resisto a orar. Yo sufro profundamente, porque todos están contra mí y me juzgan un malvado porque me encuentro aquí, lejos de mis seres queridos, apartado de mis ocupaciones, sin libertad y sin honor. Y sin paz, ¿cómo es posible que yo me dirija a Ti, oh Señor? Ahora ya te contemplo en la cruz. Tú también, Señor, has sufrido, y ¡qué sufrimiento! Yo sé que Tú eras buenos, eras sabio, eras inocente. Y ellos te injuriaron, te deshonraron, te juzgaron, te azotaron, te crucificaron, te dieron muerte. Pero ¿por qué? ¿Dónde estaba la justicia? Y Tú fuiste capaz de perdonar a quienes te trataron con tanta injusticia y crueldad. Tú oraste por ellos. Y aún más: Tú quisiste morir así para salvar a quienes te dieron muerte, para salvarnos a nosotros, hombres pecadores. ¿También puedes salvarme a mí? Siendo así, Señor, se puede pensar que un hombre es bueno en su corazón aun cuando una sentencia de los tribunales de los hombres caiga sobre sus espaldas. Yo también, oh Señor, en el fondo de mi alma me considero mejor de lo que otros hombres piensan; yo sé lo que es justicia, lo que es bueno, lo que es honor, lo que es virtud. Ante Ti estos pensamientos surgen en mi mente: ¿Tú lo conoces? ¿Tú sabes que siento disgusto por mis miserias? ¿Tú sabes que estoy a punto de gritar y de llorar? ¿Tú me oyes, oh Señor? ¿Es esta mi oración? Sí, ésta es mi oración; desde mi profunda amargura yo elevo mi voz a Ti: no la desoigas. Al menos Tú, que sufriste tanto como yo, más que yo, por mí, al menos Tú, Señor, óyeme. Yo tengo que pedirme muchas cosas. Dame, Señor, la paz del alma, dame tranquilidad de conciencia, una nueva conciencia capaz de buenos pensamientos. Sí, Señor, a Ti te lo diré: si yo me extravié, perdóname. Todos necesitamos perdón y misericordia; yo te pido protección para mí. Y también, Señor, yo te pido por mis seres queridos, que todavía me aman. Señor, ayúdalos, consuélalos. Señor, diles que me recuerden, que me amen aún. Yo angustiosamente necesito saber que todavía alguien se acuerda de mí y me ama. Y también de estos compañeros de desgracia y aflicción que conmigo se encuentran en esta prisión, Señor, ten misericordia. Misericordia para todos, sí y también para quienes nos hicieron sufrir; para todos los seres humanos en este desdichado mundo. Pues nosotros somos, oh Señor, tus criaturas, tus semejantes, tus hermanos. Oh Cristo, ten misericordia de nosotros. A nuestra pobre voz unimos la dulce e inocente voz de la Virgen, de la santísima María, que es tu madre y es también para nosotros una madre de mediación y de consuelo. ¡Oh Señor. Danos tu paz! ¡Danos esperanza!  Oración rezada 
 | 
 | 
 | 
 
 | |  |  | |  Oracion al santo niño de atocha 
 Amantisimo santo niño de atocha
 te alabo y te glorifico con todo mi corazon
 y te entrego esta oracion en recuerdo del amor puro
 que entregaste a tu inmaculada madre y tu padre adoptivo
 Aumenta mi amor por Jose, Maria y que juntos al tuyo
 los mantenga en mi corazon para lograr
 la salvacion de mi alma y
 tambien me concedas lo que te pido ardientemente
 AMEN
 
 Por la libertad de mi amigo
 
 
 Señor, me dicen que debo orar. Pero ¿cómo puedo orar yo que soy tan desdichado? ¿Cómo puedo hablarte en mi condición actual?  Yo estoy triste, me encuentro indigno, a
 veces me siento desesperado. Me creo maldito y me resisto a orar. Yo 
sufro profundamente, porque todos están contra mí y me juzgan un malvado
 porque me encuentro aquí, lejos de mis seres queridos, apartado de mis 
ocupaciones, sin libertad y sin honor. Y sin paz, ¿cómo es posible que 
yo me dirija a Ti, oh Señor?  Ahora ya te contemplo en la cruz. Tú 
también, Señor, has sufrido, y ¡qué sufrimiento! Yo sé que Tú eras 
buenos, eras sabio, eras inocente. Y ellos te injuriaron, te 
deshonraron, te juzgaron, te azotaron, te crucificaron, te dieron 
muerte. Pero ¿por qué? ¿Dónde estaba la justicia?  Y Tú fuiste capaz de perdonar a quienes
 te trataron con tanta injusticia y crueldad. Tú oraste por ellos. Y aún
 más: Tú quisiste morir así para salvar a quienes te dieron muerte, para
 salvarnos a nosotros, hombres pecadores. ¿También puedes salvarme a mí?
  Siendo así, Señor, se puede pensar que 
un hombre es bueno en su corazón aun cuando una sentencia de los 
tribunales de los hombres caiga sobre sus espaldas. Yo también, oh 
Señor, en el fondo de mi alma me considero mejor de lo que otros hombres
 piensan; yo sé lo que es justicia, lo que es bueno, lo que es honor, lo
 que es virtud.  Ante Ti estos pensamientos surgen en mi
 mente: ¿Tú lo conoces? ¿Tú sabes que siento disgusto por mis miserias? 
¿Tú sabes que estoy a punto de gritar y de llorar? ¿Tú me oyes, oh 
Señor? ¿Es esta mi oración?  Sí, ésta es mi oración; desde mi 
profunda amargura yo elevo mi voz a Ti: no la desoigas. Al menos Tú, que
 sufriste tanto como yo, más que yo, por mí, al menos Tú, Señor, óyeme. 
Yo tengo que pedirme muchas cosas.  Dame, Señor, la paz del alma, dame 
tranquilidad de conciencia, una nueva conciencia capaz de buenos 
pensamientos. Sí, Señor, a Ti te lo diré: si yo me extravié, perdóname. 
Todos necesitamos perdón y misericordia; yo te pido protección para mí. Y
 también, Señor, yo te pido por mis seres queridos, que todavía me aman.
 Señor, ayúdalos, consuélalos. Señor, diles que me recuerden, que me 
amen aún. Yo angustiosamente necesito saber que todavía alguien se 
acuerda de mí y me ama.  Y también de estos compañeros de 
desgracia y aflicción que conmigo se encuentran en esta prisión, Señor, 
ten misericordia. Misericordia para todos, sí y también para quienes nos
 hicieron sufrir; para todos los seres humanos en este desdichado mundo.
 Pues nosotros somos, oh Señor, tus criaturas, tus semejantes, tus 
hermanos. Oh Cristo, ten misericordia de nosotros.  A nuestra pobre voz unimos la dulce e 
inocente voz de la Virgen, de la santísima María, que es tu madre y es 
también para nosotros una madre de mediación y de consuelo. ¡Oh Señor. 
Danos tu paz! ¡Danos esperanza!  Oración rezada 
 
 | 
 | 
 | 
 
 | |  |  | |  Oracion al santo niño de atocha 
 Amantisimo santo niño de atocha
 te alabo y te glorifico con todo mi corazon
 y te entrego esta oracion en recuerdo del amor puro
 que entregaste a tu inmaculada madre y tu padre adoptivo
 Aumenta mi amor por Jose, Maria y que juntos al tuyo
 los mantenga en mi corazon para lograr
 la salvacion de mi alma y
 tambien me concedas lo que te pido ardientemente
 AMEN
 
 Por la libertad de mi amigo
 
 
 Señor, me dicen que debo orar. Pero ¿cómo puedo orar yo que soy tan desdichado? ¿Cómo puedo hablarte en mi condición actual?  Yo estoy triste, me encuentro indigno, a
 veces me siento desesperado. Me creo maldito y me resisto a orar. Yo 
sufro profundamente, porque todos están contra mí y me juzgan un malvado
 porque me encuentro aquí, lejos de mis seres queridos, apartado de mis 
ocupaciones, sin libertad y sin honor. Y sin paz, ¿cómo es posible que 
yo me dirija a Ti, oh Señor?  Ahora ya te contemplo en la cruz. Tú 
también, Señor, has sufrido, y ¡qué sufrimiento! Yo sé que Tú eras 
buenos, eras sabio, eras inocente. Y ellos te injuriaron, te 
deshonraron, te juzgaron, te azotaron, te crucificaron, te dieron 
muerte. Pero ¿por qué? ¿Dónde estaba la justicia?  Y Tú fuiste capaz de perdonar a quienes
 te trataron con tanta injusticia y crueldad. Tú oraste por ellos. Y aún
 más: Tú quisiste morir así para salvar a quienes te dieron muerte, para
 salvarnos a nosotros, hombres pecadores. ¿También puedes salvarme a mí?
  Siendo así, Señor, se puede pensar que 
un hombre es bueno en su corazón aun cuando una sentencia de los 
tribunales de los hombres caiga sobre sus espaldas. Yo también, oh 
Señor, en el fondo de mi alma me considero mejor de lo que otros hombres
 piensan; yo sé lo que es justicia, lo que es bueno, lo que es honor, lo
 que es virtud.  Ante Ti estos pensamientos surgen en mi
 mente: ¿Tú lo conoces? ¿Tú sabes que siento disgusto por mis miserias? 
¿Tú sabes que estoy a punto de gritar y de llorar? ¿Tú me oyes, oh 
Señor? ¿Es esta mi oración?  Sí, ésta es mi oración; desde mi 
profunda amargura yo elevo mi voz a Ti: no la desoigas. Al menos Tú, que
 sufriste tanto como yo, más que yo, por mí, al menos Tú, Señor, óyeme. 
Yo tengo que pedirme muchas cosas.  Dame, Señor, la paz del alma, dame 
tranquilidad de conciencia, una nueva conciencia capaz de buenos 
pensamientos. Sí, Señor, a Ti te lo diré: si yo me extravié, perdóname. 
Todos necesitamos perdón y misericordia; yo te pido protección para mí. Y
 también, Señor, yo te pido por mis seres queridos, que todavía me aman.
 Señor, ayúdalos, consuélalos. Señor, diles que me recuerden, que me 
amen aún. Yo angustiosamente necesito saber que todavía alguien se 
acuerda de mí y me ama.  Y también de estos compañeros de 
desgracia y aflicción que conmigo se encuentran en esta prisión, Señor, 
ten misericordia. Misericordia para todos, sí y también para quienes nos
 hicieron sufrir; para todos los seres humanos en este desdichado mundo.
 Pues nosotros somos, oh Señor, tus criaturas, tus semejantes, tus 
hermanos. Oh Cristo, ten misericordia de nosotros.  A nuestra pobre voz unimos la dulce e 
inocente voz de la Virgen, de la santísima María, que es tu madre y es 
también para nosotros una madre de mediación y de consuelo. ¡Oh Señor. 
Danos tu paz! ¡Danos esperanza!  Oración rezada 
 
 | 
 | 
 | 
 
 | |  |  | |  Oracion al santo niño de atocha 
 Amantisimo santo niño de atocha
 te alabo y te glorifico con todo mi corazon
 y te entrego esta oracion en recuerdo del amor puro
 que entregaste a tu inmaculada madre y tu padre adoptivo
 Aumenta mi amor por Jose, Maria y que juntos al tuyo
 los mantenga en mi corazon para lograr
 la salvacion de mi alma y
 tambien me concedas lo que te pido ardientemente
 AMEN
 
 Por la libertad de mi amigo
 
 
 Señor, me dicen que debo orar. Pero ¿cómo puedo orar yo que soy tan desdichado? ¿Cómo puedo hablarte en mi condición actual?  Yo estoy triste, me encuentro indigno, a
 veces me siento desesperado. Me creo maldito y me resisto a orar. Yo 
sufro profundamente, porque todos están contra mí y me juzgan un malvado
 porque me encuentro aquí, lejos de mis seres queridos, apartado de mis 
ocupaciones, sin libertad y sin honor. Y sin paz, ¿cómo es posible que 
yo me dirija a Ti, oh Señor?  Ahora ya te contemplo en la cruz. Tú 
también, Señor, has sufrido, y ¡qué sufrimiento! Yo sé que Tú eras 
buenos, eras sabio, eras inocente. Y ellos te injuriaron, te 
deshonraron, te juzgaron, te azotaron, te crucificaron, te dieron 
muerte. Pero ¿por qué? ¿Dónde estaba la justicia?  Y Tú fuiste capaz de perdonar a quienes
 te trataron con tanta injusticia y crueldad. Tú oraste por ellos. Y aún
 más: Tú quisiste morir así para salvar a quienes te dieron muerte, para
 salvarnos a nosotros, hombres pecadores. ¿También puedes salvarme a mí?
  Siendo así, Señor, se puede pensar que 
un hombre es bueno en su corazón aun cuando una sentencia de los 
tribunales de los hombres caiga sobre sus espaldas. Yo también, oh 
Señor, en el fondo de mi alma me considero mejor de lo que otros hombres
 piensan; yo sé lo que es justicia, lo que es bueno, lo que es honor, lo
 que es virtud.  Ante Ti estos pensamientos surgen en mi
 mente: ¿Tú lo conoces? ¿Tú sabes que siento disgusto por mis miserias? 
¿Tú sabes que estoy a punto de gritar y de llorar? ¿Tú me oyes, oh 
Señor? ¿Es esta mi oración?  Sí, ésta es mi oración; desde mi 
profunda amargura yo elevo mi voz a Ti: no la desoigas. Al menos Tú, que
 sufriste tanto como yo, más que yo, por mí, al menos Tú, Señor, óyeme. 
Yo tengo que pedirme muchas cosas.  Dame, Señor, la paz del alma, dame 
tranquilidad de conciencia, una nueva conciencia capaz de buenos 
pensamientos. Sí, Señor, a Ti te lo diré: si yo me extravié, perdóname. 
Todos necesitamos perdón y misericordia; yo te pido protección para mí. Y
 también, Señor, yo te pido por mis seres queridos, que todavía me aman.
 Señor, ayúdalos, consuélalos. Señor, diles que me recuerden, que me 
amen aún. Yo angustiosamente necesito saber que todavía alguien se 
acuerda de mí y me ama.  Y también de estos compañeros de 
desgracia y aflicción que conmigo se encuentran en esta prisión, Señor, 
ten misericordia. Misericordia para todos, sí y también para quienes nos
 hicieron sufrir; para todos los seres humanos en este desdichado mundo.
 Pues nosotros somos, oh Señor, tus criaturas, tus semejantes, tus 
hermanos. Oh Cristo, ten misericordia de nosotros.  A nuestra pobre voz unimos la dulce e 
inocente voz de la Virgen, de la santísima María, que es tu madre y es 
también para nosotros una madre de mediación y de consuelo. ¡Oh Señor. 
Danos tu paz! ¡Danos esperanza!  Oración rezada 
 
 | 
 | 
 | 
 
 | |  |  | |  Oracion al santo niño de atocha 
 Amantisimo santo niño de atocha
 te alabo y te glorifico con todo mi corazon
 y te entrego esta oracion en recuerdo del amor puro
 que entregaste a tu inmaculada madre y tu padre adoptivo
 Aumenta mi amor por Jose, Maria y que juntos al tuyo
 los mantenga en mi corazon para lograr
 la salvacion de mi alma y
 tambien me concedas lo que te pido ardientemente
 AMEN
 
 Por la libertad de mi amigo
 
 
    
Señor, me dicen que debo orar. Pero ¿cómo puedo orar yo que soy tan desdichado? ¿Cómo puedo hablarte en mi condición actual? Yo estoy triste, me encuentro indigno, a veces me siento desesperado. Me creo maldito y me resisto a orar. Yo sufro profundamente, porque todos están contra mí y me juzgan un malvado porque me encuentro aquí, lejos de mis seres queridos, apartado de mis ocupaciones, sin libertad y sin honor. Y sin paz, ¿cómo es posible que yo me dirija a Ti, oh Señor? Ahora ya te contemplo en la cruz. Tú también, Señor, has sufrido, y ¡qué sufrimiento! Yo sé que Tú eras buenos, eras sabio, eras inocente. Y ellos te injuriaron, te deshonraron, te juzgaron, te azotaron, te crucificaron, te dieron muerte. Pero ¿por qué? ¿Dónde estaba la justicia? Y Tú fuiste capaz de perdonar a quienes te trataron con tanta injusticia y crueldad. Tú oraste por ellos. Y aún más: Tú quisiste morir así para salvar a quienes te dieron muerte, para salvarnos a nosotros, hombres pecadores. ¿También puedes salvarme a mí? Siendo así, Señor, se puede pensar que un hombre es bueno en su corazón aun cuando una sentencia de los tribunales de los hombres caiga sobre sus espaldas. Yo también, oh Señor, en el fondo de mi alma me considero mejor de lo que otros hombres piensan; yo sé lo que es justicia, lo que es bueno, lo que es honor, lo que es virtud. Ante Ti estos pensamientos surgen en mi mente: ¿Tú lo conoces? ¿Tú sabes que siento disgusto por mis miserias? ¿Tú sabes que estoy a punto de gritar y de llorar? ¿Tú me oyes, oh Señor? ¿Es esta mi oración? Sí, ésta es mi oración; desde mi profunda amargura yo elevo mi voz a Ti: no la desoigas. Al menos Tú, que sufriste tanto como yo, más que yo, por mí, al menos Tú, Señor, óyeme. Yo tengo que pedirme muchas cosas. Dame, Señor, la paz del alma, dame tranquilidad de conciencia, una nueva conciencia capaz de buenos pensamientos. Sí, Señor, a Ti te lo diré: si yo me extravié, perdóname. Todos necesitamos perdón y misericordia; yo te pido protección para mí. Y también, Señor, yo te pido por mis seres queridos, que todavía me aman. Señor, ayúdalos, consuélalos. Señor, diles que me recuerden, que me amen aún. Yo angustiosamente necesito saber que todavía alguien se acuerda de mí y me ama. Y también de estos compañeros de desgracia y aflicción que conmigo se encuentran en esta prisión, Señor, ten misericordia. Misericordia para todos, sí y también para quienes nos hicieron sufrir; para todos los seres humanos en este desdichado mundo. Pues nosotros somos, oh Señor, tus criaturas, tus semejantes, tus hermanos. Oh Cristo, ten misericordia de nosotros. A nuestra pobre voz unimos la dulce e inocente voz de la Virgen, de la santísima María, que es tu madre y es también para nosotros una madre de mediación y de consuelo. ¡Oh Señor. Danos tu paz! ¡Danos esperanza!  Oración rezada 
 | 
 | 
 | 
 
 | |  |  | |  Oracion al santo niño de atocha 
 Amantisimo santo niño de atocha
 te alabo y te glorifico con todo mi corazon
 y te entrego esta oracion en recuerdo del amor puro
 que entregaste a tu inmaculada madre y tu padre adoptivo
 Aumenta mi amor por Jose, Maria y que juntos al tuyo
 los mantenga en mi corazon para lograr
 la salvacion de mi alma y
 tambien me concedas lo que te pido ardientemente
 AMEN
 
 Por la libertad de mi amigo
 
 
    Señor, me dicen que debo orar. Pero ¿cómo puedo orar yo que soy tan desdichado? ¿Cómo puedo hablarte en mi condición actual? Yo estoy triste, me encuentro indigno, a veces me 
siento desesperado. Me creo maldito y me resisto a orar. Yo sufro 
profundamente, porque todos están contra mí y me juzgan un malvado 
porque me encuentro aquí, lejos de mis seres queridos, apartado de mis 
ocupaciones, sin libertad y sin honor. Y sin paz, ¿cómo es posible que 
yo me dirija a Ti, oh Señor? Ahora ya te contemplo en la cruz. Tú también, Señor, 
has sufrido, y ¡qué sufrimiento! Yo sé que Tú eras buenos, eras sabio, 
eras inocente. Y ellos te injuriaron, te deshonraron, te juzgaron, te 
azotaron, te crucificaron, te dieron muerte. Pero ¿por qué? ¿Dónde 
estaba la justicia? Y Tú fuiste capaz de perdonar a quienes te trataron 
con tanta injusticia y crueldad. Tú oraste por ellos. Y aún más: Tú 
quisiste morir así para salvar a quienes te dieron muerte, para 
salvarnos a nosotros, hombres pecadores. ¿También puedes salvarme a mí? Siendo así, Señor, se puede pensar que un hombre es 
bueno en su corazón aun cuando una sentencia de los tribunales de los 
hombres caiga sobre sus espaldas. Yo también, oh Señor, en el fondo de 
mi alma me considero mejor de lo que otros hombres piensan; yo sé lo que
 es justicia, lo que es bueno, lo que es honor, lo que es virtud. Ante Ti estos pensamientos surgen en mi mente: ¿Tú lo 
conoces? ¿Tú sabes que siento disgusto por mis miserias? ¿Tú sabes que 
estoy a punto de gritar y de llorar? ¿Tú me oyes, oh Señor? ¿Es esta mi 
oración? Sí, ésta es mi oración; desde mi profunda amargura yo 
elevo mi voz a Ti: no la desoigas. Al menos Tú, que sufriste tanto como 
yo, más que yo, por mí, al menos Tú, Señor, óyeme. Yo tengo que pedirme 
muchas cosas. Dame, Señor, la paz del alma, dame tranquilidad de 
conciencia, una nueva conciencia capaz de buenos pensamientos. Sí, 
Señor, a Ti te lo diré: si yo me extravié, perdóname. Todos necesitamos 
perdón y misericordia; yo te pido protección para mí. Y también, Señor, 
yo te pido por mis seres queridos, que todavía me aman. Señor, ayúdalos,
 consuélalos. Señor, diles que me recuerden, que me amen aún. Yo 
angustiosamente necesito saber que todavía alguien se acuerda de mí y me
 ama. Y también de estos compañeros de desgracia y aflicción
 que conmigo se encuentran en esta prisión, Señor, ten misericordia. 
Misericordia para todos, sí y también para quienes nos hicieron sufrir; 
para todos los seres humanos en este desdichado mundo. Pues nosotros 
somos, oh Señor, tus criaturas, tus semejantes, tus hermanos. Oh Cristo,
 ten misericordia de nosotros. A nuestra pobre voz unimos la dulce e inocente voz de 
la Virgen, de la santísima María, que es tu madre y es también para 
nosotros una madre de mediación y de consuelo. ¡Oh Señor. Danos tu paz! 
¡Danos esperanza!   Oración rezada 
 | 
 | 
 | 
 
 | |  |  | |  Oracion al santo niño de atocha 
 Amantisimo santo niño de atocha
 te alabo y te glorifico con todo mi corazon
 y te entrego esta oracion en recuerdo del amor puro
 que entregaste a tu inmaculada madre y tu padre adoptivo
 Aumenta mi amor por Jose, Maria y que juntos al tuyo
 los mantenga en mi corazon para lograr
 la salvacion de mi alma y
 tambien me concedas lo que te pido ardientemente
 AMEN
 
 Por la libertad de mi amigo
 
 
    Señor, me dicen que debo orar. Pero ¿cómo puedo orar yo que soy tan desdichado? ¿Cómo puedo hablarte en mi condición actual? Yo estoy triste, me encuentro indigno, a veces me 
siento desesperado. Me creo maldito y me resisto a orar. Yo sufro 
profundamente, porque todos están contra mí y me juzgan un malvado 
porque me encuentro aquí, lejos de mis seres queridos, apartado de mis 
ocupaciones, sin libertad y sin honor. Y sin paz, ¿cómo es posible que 
yo me dirija a Ti, oh Señor? Ahora ya te contemplo en la cruz. Tú también, Señor, 
has sufrido, y ¡qué sufrimiento! Yo sé que Tú eras buenos, eras sabio, 
eras inocente. Y ellos te injuriaron, te deshonraron, te juzgaron, te 
azotaron, te crucificaron, te dieron muerte. Pero ¿por qué? ¿Dónde 
estaba la justicia? Y Tú fuiste capaz de perdonar a quienes te trataron 
con tanta injusticia y crueldad. Tú oraste por ellos. Y aún más: Tú 
quisiste morir así para salvar a quienes te dieron muerte, para 
salvarnos a nosotros, hombres pecadores. ¿También puedes salvarme a mí? Siendo así, Señor, se puede pensar que un hombre es 
bueno en su corazón aun cuando una sentencia de los tribunales de los 
hombres caiga sobre sus espaldas. Yo también, oh Señor, en el fondo de 
mi alma me considero mejor de lo que otros hombres piensan; yo sé lo que
 es justicia, lo que es bueno, lo que es honor, lo que es virtud. Ante Ti estos pensamientos surgen en mi mente: ¿Tú lo 
conoces? ¿Tú sabes que siento disgusto por mis miserias? ¿Tú sabes que 
estoy a punto de gritar y de llorar? ¿Tú me oyes, oh Señor? ¿Es esta mi 
oración? Sí, ésta es mi oración; desde mi profunda amargura yo 
elevo mi voz a Ti: no la desoigas. Al menos Tú, que sufriste tanto como 
yo, más que yo, por mí, al menos Tú, Señor, óyeme. Yo tengo que pedirme 
muchas cosas. Dame, Señor, la paz del alma, dame tranquilidad de 
conciencia, una nueva conciencia capaz de buenos pensamientos. Sí, 
Señor, a Ti te lo diré: si yo me extravié, perdóname. Todos necesitamos 
perdón y misericordia; yo te pido protección para mí. Y también, Señor, 
yo te pido por mis seres queridos, que todavía me aman. Señor, ayúdalos,
 consuélalos. Señor, diles que me recuerden, que me amen aún. Yo 
angustiosamente necesito saber que todavía alguien se acuerda de mí y me
 ama. Y también de estos compañeros de desgracia y aflicción
 que conmigo se encuentran en esta prisión, Señor, ten misericordia. 
Misericordia para todos, sí y también para quienes nos hicieron sufrir; 
para todos los seres humanos en este desdichado mundo. Pues nosotros 
somos, oh Señor, tus criaturas, tus semejantes, tus hermanos. Oh Cristo,
 ten misericordia de nosotros. A nuestra pobre voz unimos la dulce e inocente voz de 
la Virgen, de la santísima María, que es tu madre y es también para 
nosotros una madre de mediación y de consuelo. ¡Oh Señor. Danos tu paz! 
¡Danos esperanza!   Oración rezada 
 | 
 | 
 | 
 
 | |  |  | |  Oracion al santo niño de atocha 
 Amantisimo santo niño de atocha
 te alabo y te glorifico con todo mi corazon
 y te entrego esta oracion en recuerdo del amor puro
 que entregaste a tu inmaculada madre y tu padre adoptivo
 Aumenta mi amor por Jose, Maria y que juntos al tuyo
 los mantenga en mi corazon para lograr
 la salvacion de mi alma y
 tambien me concedas lo que te pido ardientemente
 AMEN
 
 Por la libertad de mi amigo
 
 
    
Señor, me dicen que debo orar. Pero ¿cómo puedo orar yo que soy tan desdichado? ¿Cómo puedo hablarte en mi condición actual? Yo estoy triste, me encuentro indigno, a veces me siento desesperado. Me creo maldito y me resisto a orar. Yo sufro profundamente, porque todos están contra mí y me juzgan un malvado porque me encuentro aquí, lejos de mis seres queridos, apartado de mis ocupaciones, sin libertad y sin honor. Y sin paz, ¿cómo es posible que yo me dirija a Ti, oh Señor? Ahora ya te contemplo en la cruz. Tú también, Señor, has sufrido, y ¡qué sufrimiento! Yo sé que Tú eras buenos, eras sabio, eras inocente. Y ellos te injuriaron, te deshonraron, te juzgaron, te azotaron, te crucificaron, te dieron muerte. Pero ¿por qué? ¿Dónde estaba la justicia? Y Tú fuiste capaz de perdonar a quienes te trataron con tanta injusticia y crueldad. Tú oraste por ellos. Y aún más: Tú quisiste morir así para salvar a quienes te dieron muerte, para salvarnos a nosotros, hombres pecadores. ¿También puedes salvarme a mí? Siendo así, Señor, se puede pensar que un hombre es bueno en su corazón aun cuando una sentencia de los tribunales de los hombres caiga sobre sus espaldas. Yo también, oh Señor, en el fondo de mi alma me considero mejor de lo que otros hombres piensan; yo sé lo que es justicia, lo que es bueno, lo que es honor, lo que es virtud. Ante Ti estos pensamientos surgen en mi mente: ¿Tú lo conoces? ¿Tú sabes que siento disgusto por mis miserias? ¿Tú sabes que estoy a punto de gritar y de llorar? ¿Tú me oyes, oh Señor? ¿Es esta mi oración? Sí, ésta es mi oración; desde mi profunda amargura yo elevo mi voz a Ti: no la desoigas. Al menos Tú, que sufriste tanto como yo, más que yo, por mí, al menos Tú, Señor, óyeme. Yo tengo que pedirme muchas cosas. Dame, Señor, la paz del alma, dame tranquilidad de conciencia, una nueva conciencia capaz de buenos pensamientos. Sí, Señor, a Ti te lo diré: si yo me extravié, perdóname. Todos necesitamos perdón y misericordia; yo te pido protección para mí. Y también, Señor, yo te pido por mis seres queridos, que todavía me aman. Señor, ayúdalos, consuélalos. Señor, diles que me recuerden, que me amen aún. Yo angustiosamente necesito saber que todavía alguien se acuerda de mí y me ama. Y también de estos compañeros de desgracia y aflicción que conmigo se encuentran en esta prisión, Señor, ten misericordia. Misericordia para todos, sí y también para quienes nos hicieron sufrir; para todos los seres humanos en este desdichado mundo. Pues nosotros somos, oh Señor, tus criaturas, tus semejantes, tus hermanos. Oh Cristo, ten misericordia de nosotros. A nuestra pobre voz unimos la dulce e inocente voz de la Virgen, de la santísima María, que es tu madre y es también para nosotros una madre de mediación y de consuelo. ¡Oh Señor. Danos tu paz! ¡Danos esperanza!  Oración rezada 
 
 
 
 | 
 | 
 | 
 
 | |  |  | |  Oracion al santo niño de atocha 
 Amantisimo santo niño de atocha
 te alabo y te glorifico con todo mi corazon
 y te entrego esta oracion en recuerdo del amor puro
 que entregaste a tu inmaculada madre y tu padre adoptivo
 Aumenta mi amor por Jose, Maria y que juntos al tuyo
 los mantenga en mi corazon para lograr
 la salvacion de mi alma y
 tambien me concedas lo que te pido ardientemente
 AMEN
 
 Por la libertad de mi amigo
 
 
    Señor, me dicen que debo orar. Pero ¿cómo puedo orar yo que soy tan desdichado? ¿Cómo puedo hablarte en mi condición actual? Yo
 estoy triste, me encuentro indigno, a veces me siento desesperado. Me 
creo maldito y me resisto a orar. Yo sufro profundamente, porque todos 
están contra mí y me juzgan un malvado porque me encuentro aquí, lejos 
de mis seres queridos, apartado de mis ocupaciones, sin libertad y sin 
honor. Y sin paz, ¿cómo es posible que yo me dirija a Ti, oh Señor? Ahora
 ya te contemplo en la cruz. Tú también, Señor, has sufrido, y ¡qué 
sufrimiento! Yo sé que Tú eras buenos, eras sabio, eras inocente. Y 
ellos te injuriaron, te deshonraron, te juzgaron, te azotaron, te 
crucificaron, te dieron muerte. Pero ¿por qué? ¿Dónde estaba la 
justicia? Y
 Tú fuiste capaz de perdonar a quienes te trataron con tanta injusticia y
 crueldad. Tú oraste por ellos. Y aún más: Tú quisiste morir así para 
salvar a quienes te dieron muerte, para salvarnos a nosotros, hombres 
pecadores. ¿También puedes salvarme a mí? Siendo
 así, Señor, se puede pensar que un hombre es bueno en su corazón aun 
cuando una sentencia de los tribunales de los hombres caiga sobre sus 
espaldas. Yo también, oh Señor, en el fondo de mi alma me considero 
mejor de lo que otros hombres piensan; yo sé lo que es justicia, lo que 
es bueno, lo que es honor, lo que es virtud. Ante
 Ti estos pensamientos surgen en mi mente: ¿Tú lo conoces? ¿Tú sabes que
 siento disgusto por mis miserias? ¿Tú sabes que estoy a punto de gritar
 y de llorar? ¿Tú me oyes, oh Señor? ¿Es esta mi oración? Sí,
 ésta es mi oración; desde mi profunda amargura yo elevo mi voz a Ti: no
 la desoigas. Al menos Tú, que sufriste tanto como yo, más que yo, por 
mí, al menos Tú, Señor, óyeme. Yo tengo que pedirme muchas cosas. Dame,
 Señor, la paz del alma, dame tranquilidad de conciencia, una nueva 
conciencia capaz de buenos pensamientos. Sí, Señor, a Ti te lo diré: si 
yo me extravié, perdóname. Todos necesitamos perdón y misericordia; yo 
te pido protección para mí. Y también, Señor, yo te pido por mis seres 
queridos, que todavía me aman. Señor, ayúdalos, consuélalos. Señor, 
diles que me recuerden, que me amen aún. Yo angustiosamente necesito 
saber que todavía alguien se acuerda de mí y me ama. Y
 también de estos compañeros de desgracia y aflicción que conmigo se 
encuentran en esta prisión, Señor, ten misericordia. Misericordia para 
todos, sí y también para quienes nos hicieron sufrir; para todos los 
seres humanos en este desdichado mundo. Pues nosotros somos, oh Señor, 
tus criaturas, tus semejantes, tus hermanos. Oh Cristo, ten misericordia
 de nosotros. A
 nuestra pobre voz unimos la dulce e inocente voz de la Virgen, de la 
santísima María, que es tu madre y es también para nosotros una madre de
 mediación y de consuelo. ¡Oh Señor. Danos tu paz! ¡Danos esperanza!   Oración rezada 
 | 
 | 
 | 
 
 
 
  Primer  Anterior 
1261 a 1275 de 1275 
Siguiente  Último   |