| 
 
 ♠ EL ELEFANTE ENCANDENADO 
♠ Cuando yo era chico me encantaban los circos y lo que 
mas me gustaba de los circos eran los animales. También a mí, como a otros, 
después me enteré que me llamaba la atención el 
elefante. Durante la función la enorme bestia hacia 
despliegue de su peso tamaño y fuerza descomunal...pero después de su actuación 
y hasta un rato antes de volver al escenario el elefante quedaba sujeto 
solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca 
clavada en el suelo.
 Sin embargo, la estaca era solo un minúsculo pedazo 
de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era 
gruesa y poderosa me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de 
cuajo con su propia fuerza, podría con facilidad arrancar la estaca y 
huir.
 El misterio es evidente : ¿ Qué lo mantiene 
entonces ¿Por qué no huye?
 Cuando tenía cinco o seis años yo todavía confiaba 
en la sabiduría de los grandes. Pregunté entonces a algún maestro, a algún padre 
o a algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el 
elefante no se escapaba porque estaba amaestrado. Hice entonces la pregunta 
obvia :
 Si está amaestrado ¿Por qué lo encadenan? No recuerdo haber recibido 
ninguna respuesta coherente.
   Con el tiempo me olvidé del misterio del elefante y la 
estaca...y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se 
habían hecho la misma pregunta. Hace algunos años descubrí que por suerte para mí 
alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta : EL 
ELEFANTE DEL CIRCO NO ESCAPA PORQUE HA ESTADO ATADO A UNA ESTACA PARECIDA DESDE 
QUE ERA MUY, MUY PEQUEÑO.
 Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién 
nacido sujeto a la estaca.
 Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito 
empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo no pudo. 
La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado y 
que al día siguiente volvió a probar y también al otro y al que le 
seguía....Hasta
 que un día, un terrible día para su historia, el animal 
aceptó su impotencia y se resignó a su destino. Este elefante enorme y poderoso, 
que vemos en el circo, no escapa porque cree - pobre - que NO 
PUEDE.
 El tiene el registro y recuerdo de su impotencia, 
de aquella impotencia que sintió poco después de nacer. Y lo peor es que jamás 
se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro. Jamás...jamás....intentó 
poner a prueba su fuerza otra vez.
 Vivimos creyendo que un montón de cosas "no 
podemos" simplemente porque alguna vez, antes, cuando éramos chiquitos, alguna 
vez probamos y no pudimos. Hicimos entonces, lo del elefante : grabamos en 
nuestro recuerdo: NO PUEDO....NO PUEDO Y NUNCA PODRE. Hemos crecido portando ese 
mensaje que nos impusimos a nosotros mismos y nunca más lo volvimos a 
intentar.
 Cuando mucho, de vez en cuando sentimos los 
grilletes, hacemos sonar las cadenas o miramos de reojo la estaca y confirmamos 
el estigma : " NO PUEDO Y NUNCA PODRE " Vivimos condicionados por el recuerdo de 
otros, que ya no somos y no pudieron.
 Tu única manera de saber, es intentar de nuevo 
poniendo en el intento todo tu corazón.....TODO TU CORAZON".   Jorge Bucay  (Recuentos para Demián) 
 
 |