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Quince minutos con el Divino Niño Jesús
Divino Niño Jesús, tú eres el dueño de los corazones, por eso hoy quiero pedirte por mis familiares, los que están más debilitados en la fe y lejos de ti. Yo sé que tú puedes atraerlos a tu Corazón Sagrado si te lo pido con fervor y confianza, por eso quiero pedírtelo hoy especialmente por ellos, y también por mis amigos y conocidos, que no andan bien, que se sienten descontentos y no son felices porque no te tienen a ti.
¡Qué gran gracia es tener una familia unida y en paz! Por eso te ruego que mi familia sea así, que llegue a serlo en un futuro cercano, para que todos alcancemos el Paraíso que nos hará felices para siempre.
Ayúdame a ser comprensivo y compasivo con todos, porque sé muy bien lo difícil que es ser virtuoso y misericordioso con todos. Pero si tú me ayudas, no hay nada demasiado difícil, ya que tú eres Dios, y quien está contigo, lo tiene todo y puede emprender las más grandes empresas sin temor al fracaso.
¡Bendito seas, Divino Niño! Y te agradezco porque has nacido nuevamente en esta Navidad en la tierra, para llevarnos a los hombres al Cielo.
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