Durante la Edad de Hielo, 
muchos animales murieron 
a causa del frío.
Los puercoespín dándose cuenta de la 
situación,
 decidieron unirse en 
grupos. De esa manera 
se  abrigarían y 
protegerían entre sí,
 pero las espinas de cada 
uno herían 
a los compañeros más 
cercanos, 
los que justo ofrecían 
más calor. 
Por lo tanto decidieron 
alejarse unos de otros 
y empezaron a morir 
congelados.
Así que tuvieron que hacer una elección, 
o aceptaban las espinas 
de sus compañeros 
o desaparecían de la 
Tierra. 
Con sabiduría, decidieron 
volver a estar juntos. 
De esa forma aprendieron 
a convivir con 
las pequeñas heridas que 
la relación 
con una persona muy 
cercana puede ocasionar,
 ya que lo más importante 
es el calor del otro.
De esa forma pudieron 
sobrevivir.