Instantes

Es en los instantes cotidianos cuando aparecen las más grandes oportunidades. En los hechos y tareas más comunes y corrientes vienen las más extraordinarias posibilidades de experimentar alegría.

En los días tranquilos, comunes, mientras estás en tu rutina, la verdadera esencia de la vida crece sin parar. En algún momento de un día común y corriente mira a tu alrededor, y si lo haces con el corazón verás abundancia suficiente para un millón de vidas.

Porque en realidad, ningún instante es común y corriente. Cada momento de la vida está lleno de infinitas posibilidades.

Es en esos simples instantes de paz cuando te das cuenta de lo maravillosamente extraordinario que es estar vivo. En esos humildes días, rutinarios y sin grandes pretensiones, puedes expresar más plenamente la esencia y la bondad de quien tú eres.

Atesora esos días, y valora esos simples instantes a medida que los vas viviendo. Cuanto más intensamente te involucres en los momentos comunes y corrientes más valor te darán.

Si buscas los tesoros de la vida únicamente en los momentos extraordinarios, espectaculares, te perderás la mayor parte de las mejores oportunidades que podrían haber sido tuyas. Ábrete al valor de los instantes pequeñitos, aparentemente insignificantes, simples de la vida; y ese valor te reconfortará intensamente.

Gabriel Sandler