Jesús dijo: El que cree en mí, tiene vida eterna. Juan 6:47 |
|
Creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos. Hechos 15:11 |
|
La cita de la familia de Dios
Es muy común comparar la vida del ser humano con un viaje, pero pocas veces se habla de su objetivo. Sin embargo, ¿nos imaginamos viajar durante años sin saber hacia dónde vamos? El creyente sí conoce su punto de destino. Antes de dejarlos, el Señor Jesús prometió a sus discípulos: “En la casa de mi Padre muchas moradas hay… voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis” (Juan 14:2-3). Estas palabras de Jesús nos dicen todo lo que nos es útil saber. Muchos otros pasajes de la Biblia nos hablan además del paraíso o de la ciudad celestial, meta de la carrera cristiana. Para el creyente, el cielo es la casa del Padre, la cita de la familia de Dios, su casa. Pronto el Señor Jesús vendrá a buscar a los que salvó y los llevará al lugar donde él mismo vive. Cada mañana, cuando se levantaba, un predicador escocés tenía como costumbre salir a la puerta, alzar los ojos al cielo y exclamar: «¡Señor Jesús, quizá vengas hoy!». Sí, quizá sea hoy, y no olvidemos que Jesús ama tanto a los suyos que anhela tenerlos junto a él.
|